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Por Leonardo Coscia
Día Mundial del Corazón: ¿cómo cuidarlo?
Organizaciones mundiales se proponen bajar un 25% la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular para 2025
29 de septiembre de 2017
Cada año, el 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón para concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares y este año la premisa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (WHF por sus siglas en inglés) es “25x25”, es decir, trabajar en prevención para reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular para el año 2025.

En la actualidad, este tipo de patologías son la primera causa de muerte en el mundo, afectando a unas 17 millones de personas, lo que equivale a un tercio de la población, la mayoría de ellas concentrada en los países de menores ingresos.

Bajo la consigna "Valorá tu vida y cuidá tu corazón" las organizaciones buscan llegar a las personas con un mensaje claro que les permita tomar conciencia sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la comunidad y educarlas poniendo énfasis en la prevención, la medida primordial es instar a los pacientes para que adopten un estilo de vida saludable.

“Lamentablemente, a pesar de haber cada vez más información disponible, ésta problemática va en aumento año a año. Por lo tanto debemos seguir haciendo hincapié sobre los factores de riesgo cardiovasculares, para que la población los identifique, conozca y actúe sobre ellos, evitando así el desarrollo o aparición de estas patologías. La prevención es tan eficaz, que si disminuimos los factores de riesgo sería posible evitar al menos el 80% de las enfermedad cardiovasculares”, comenta el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe del área de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.


La evolución de los factores de riesgos según la WHF

Hipertensión: la hipertensión no controlada aumentó de 600 millones a mil millones de personas, entre 1980 y 2008.

Obesidad infantil. La padecen 1 de cada 10 niños en edad escolar. 42 millones de ellos tiene menos de 5 años.

Tabaquismo. Actualmente existen 1.000 millones de fumadores en el mundo.

Diabetes. Han aumentado los casos en más de un 50% en los últimos diez años, sobre todo en los países de Europa.

Actividad física. A nivel mundial, en el año 2010 se registró que el 23% de los adultos realizan actividad física insuficiente.

“El corazón trabaja sin parar cada segundo de nuestras vidas por lo que debemos ser compasivos y cuidarlo. Adoptar ciertos hábitos saludables puede hacer una gran diferencia, sin significar demasiado esfuerzo. Las personas que logran seguir estas pautas no solo viven más, sino que lo hacen en mejores condiciones (calidad de vida)”, explica el Dr. Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA.

Basta con mejorar uno o dos de los mencionados ítems para reducir las posibilidades de sufrir de enfermedades del corazón.

Dormir bien le hace bien al corazón. Estudios demostraron que las personas jóvenes y adultas de edad media que durmieron 7 horas en la noche tuvieron menos calcio en sus arterias (una señal importante de enfermedad del corazón) que aquellos que solo durmieron 5 horas o menos. A su vez, quienes dijeron haber tenido un sueño de calidad también tuvieron arterias más saludables que aquellos que durmieron con ciertas dificultades.

Mantener la presión baja. Cuando la presión sube mucho, la fuerza adicional puede dañar las paredes arteriales y al corazón (entre otros órganos). La hipertensión hace que el corazón tenga que bombear más fuerte, debe vencer una resistencia mayor de los vasos arteriales, esto implica que se agote más rápido. Chequearse la presión anualmente es importante, sobre todo para los mayores de 40 años que también deben realizarse chequeos preventivos.

Disminuir el consumo de grasas saturadas y trans. Mientras que las primeras se encuentran principalmente en carnes y productos lácteos enteros, las segundas están en algunos alimentos procesados (aparecen como ingredientes “hidrogenados” o “parcialmente hidrogenados” en las etiquetas). Llevar una dieta variada y equilibrada. No saltear comidas. Evitar los ayunos prolongados.

Averiguar si uno es diabético. Millones de personas lo saben pero otra gran cantidad lo ignora. Con el paso del tiempo los altos niveles de azúcar en la sangre dañan las arterias y ponen en riesgo al corazón. Es importante chequear el azúcar en sangre anualmente, sobre todo si uno tiene más de 40 años, si sufre de sobrepeso u obesidad, si está embarazada o tiene otros factores de riesgo.

Moverse más. Al menos ejercitar 30 minutos por día 5 veces a la semana y prestar atención a las horas sedentarias en el trabajo, en el auto o en el sillón de casa para intentar reducir esos tiempos.

Limpiar las arterias. El corazón trabaja mejor con combustible limpio, es decir, con alimentos vegetales como verduras, frutas, semillas; y menos alimentos procesados como pan o pastas (por mencionar algunos). Una de las formas más rápidas de “limpiar” la dieta es reducir las bebidas azucaradas como refrescos y jugos, consumir más agua o jugos de fruta natural. Recuerde que somos lo que comemos.

Decirle NO al cigarrillo (real o electrónico). Fumar y ser fumador pasivo es malo para el corazón. Si fumas, déjalo, y si pasas mucho tiempo alrededor de personas que fuman, aléjate. Los cigarros electrónicos son populares, pero estos no son la gran maravilla. No contienen los químicos perjudiciales del humo de cigarro pero igual contienen nicotina.

Hacer lo que nos gusta. Buscar la manera de aprender a manejar el stress de una manera saludable es muy importante. Puede ser haciendo ejercicio, yoga o pasando tiempo con seres queridos. Esto es bueno para la salud emocional y también para la cardíaca.

Celebrar cada paso. Hacer cambios como los antes mencionados lleva tiempo y esfuerzo. Debemos pensar en progreso y no en perfección, recompensándonos por cada paso positivo logrado.