El lúpulo es el ingrediente clave de esta bebida, que al ser un potente antioxidante, ayuda a tener una mejor calidad de vida y de esta forma llegar mejor a la vejez.

Desde el punto de vista biológico, el envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, generando un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales como también un aumento del riesgo de enfermedad. Ahora bien, estos cambios no son lineales ni uniformes y su vinculación con la edad de una persona es relativa.

En resumen, la ciencia relaciona directamente el envejecimiento celular con la ancianidad. Para reducir esto, se recomienda incorporar antioxidantes mediante alimentos y bebidas. Algunos ejemplos pueden ser los vegetales de hojas verdes, el tomate, los cítricos, los frutos rojos, las frutas secas y sobre todo, la cerveza, ya que todos contienen antioxidantes.

Esta bebida es una gran aliada contra el envejecimiento, siempre consumida moderadamente, debido a que tiene como ingrediente natural al lúpulo, un potente antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento.

Diferentes estudios explican que el lúpulo que se encuentra en la cerveza, podría tener beneficios sobre el metabolismo oxidativo, evitando procesos inflamatorios. Según los resultados de esta investigación, luego de tomar cerveza en cantidades moderadas, se observó una modificación positiva en los marcadores sanguíneos relacionados con los procesos inflamatorios y oxidativos. Estos marcadores son los responsables de la oxidación y consecuente envejecimiento de las células.

El lúpulo además disminuye en un 31% los niveles de proteína C reactiva, producida por el hígado y que se incrementa cuando hay inflamación.

La doctora Victoria Valls explica que “el efecto beneficioso sobre la salud atribuido a las bebidas fermentadas, como es el caso de la cerveza, se debe fundamentalmente a su contenido en antioxidantes”.