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27 de diciembre de 2024
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Ruidos: ¿cómo disminuir su impacto?
Cambios básicos en la decoración, así como también reformas, pueden servir como barrera frente al ruido. Aspectos como la pintura o las plantas pueden proteger los oídos.
2 de junio de 2017
La contaminación acústica es uno de los principales problemas que afectan el bienestar de muchos hogares y lugares de trabajo: más de la mitad de las personas consultadas en el último estudio sobre el nivel de ruido y el Medio Ambiente, manifestó que en su casa o barrio existen ruidos molestos, así como 1 de cada 2 argentinos encuentra en su ámbito laboral ruidos que los perturban.

Algunos pequeños cambios en la decoración o tomar medidas para aislar mejor la casa o el lugar de trabajo, pueden ayudar a reducir considerablemente las molestias que genera el ruido: las cortinas fabricadas en poliéster ignífugo pueden llegar a disminuir el ruido hasta cinco veces más que las normales.

De todas formas, mientras más gruesa sea la cortina, mejor aislamiento del ruido proporciona, por ejemplo: el terciopelo es un tejido ideal.

Forrar la habitación con materiales aislantes es una alternativa sencilla: los materiales pueden ser aglomerados de madera, el corcho o fibras minerales, así como también existen tabiques de placas de cartón o yeso con aislante incorporado.

Las plantas también nos pueden ayudar a reducir el ruido absorbiendo las ondas sonoras. Ya sean de interior o de exterior, lo consiguen sobre todo en lugares cerrados y con suelos duros, aunque esta alteración acústica se percibe más cuando la frecuencia del sonido es muy alta. Se puede decir que las plantas “ahogan” los sonidos.

La pintura puede ser de ayuda también: aquellas fabricadas a base de ceras líquidas contribuyen a reducir el ruido. Se aplican como cualquier otra, preferiblemente en dos capas, y tienen la particular de estar mezcladas con resinas, rellenos contra ruido y microesferas de cerámica hueca que reducen el rebote del sonido hasta en un 30 por ciento.

Reorganizar los muebles de una forma inteligente es siempre una solución para alejar el ruido: alejar los sofás de la ventana, o cambiar la cabecera de la cama de lugar puede contribuir a percibir el ruido con menos intensidad.

La realización de cualquier tarea que requiera de información auditiva puede verse perjudicada por el ruido: “El ruido disminuye la motivación y afecta la atención, la resolución de problemas y la memoria. También, puede afectar las habilidades sociales y dificultar la comunicación”, asegura Mónica Matti, fonoaudióloga y gerente de formación de GAES Centros Auditivos.