Especialistas del Hospital Universitario Austral (HUA) explican cuáles son los factores que pueden perjudicar la voz, y por ende qué hábitos es conveniente dejar de lado.
La voz es el sonido que se produce cuando el aire, proveniente de los pulmones, pasa a través de la laringe. La disfonía es la alteración de cualquiera de las cualidades de la voz, ya sea el tono, la intensidad o el timbre. Las perturbaciones que a su vez generan estas alteraciones pueden ser orgánicas o funcionales.
Roberta Martínez y María Roxana Martin integran el consultorio de Fonoaudiología del Hospital. Afirman que “gritar, fumar, carraspear o aclarar la garganta, respirar por la boca y cantar sin una técnica adecuada son algunas de las actividades, hábitos o costumbres que pueden poner en riesgo la voz y generar disfonía”.
Las licenciadas Martin y Martínez explican que la picazón, el ardor y la irritación de la garganta son algunas de las señales de alarma para contactar al especialista.
Existen otros síntomas que requieren ser tratados como “la falta de aire para terminar una frase, el cansancio al hablar, el dolor y la tensión en el cuello, la sensación de que la voz pierde volumen, su sonido ronco y la dificultad para recuperar la voz luego de un resfrío”, concluyen las especialistas.