Existen distintos tipos de piel: seca, mixta o grasa. Cualquiera sea su tipo, todas deben atenderse y cuidarse de los factores internos y externos que la pueden afectar.

¿Qué es lo que define el tipo de piel? El tipo de piel es definido por la acumulación de sebo. El sebo es una compleja mezcla de lípidos producida y segregada por las glándulas sebáceas situadas en la dermis.

Lo que distingue una piel seca de una piel mixta o grasa, es la cantidad de sebo. En rostros de piel grasa hay una acumulación excesiva, orificios pilosos dilatados, y piel más gruesa. Este tipo de piel posee más resistencia al sol y es la que menos se arruga.

El Dr. Javier Solé, dermatólogo de la Clínica San Camilo, despeja las dudas más comunes en cuanto al cuidado del rostro:

¿Cómo podemos cuidar nuestra piel?

Si bien cada tipo de piel requiere un cuidado diferente, podemos nombrar algunas reglas generales:

Higienizar el rostro dos veces al día.
Utilizar protección solar, el cual debe ser renovado como máximo cada 3 horas.
Humectar la piel y aplicar crema antiarrugas de acuerdo a la edad.
Exfoliar el cutis una vez por semana.
Prestar especial atención a la zona T de la cara (comprendida entre la frente, la nariz y el mentón), ya que cuenta con mayor seborrea.

Visitar a un dermatólogo al menos una vez al año.

Alimentación y factores externos:

Los factores externos que pueden afectar la piel son los factores ambientales como la contaminación, el consumo de tabaco, nicotina, estrés y el sol. Por otro lado, la alimentación juega un papel importante en el cuidado de la piel. Se recomienda una buena hidratación, el consumo de frutas, verduras, vitaminas, y se debe evitar el alcohol, los chocolates y embutidos.

Mitos y verdades:

¿Sirven las mezclas naturales para exfoliación? “Sugiero consultar siempre a un dermatólogo cual es el exfoliante adecuado para cada tipo de piel. Incluso los exfoliantes naturales pueden ser irritantes y agresivos en pieles sensibles”.