El 16 y 17 de marzo se realizó en Buenos Aires el encuentro MS Innovation, una iniciativa de Biogen Argentina para generar un espacio que promueva el conocimiento científico en la esclerosis múltiple (EM), destinado al análisis crítico y puesta en común de los profesionales de la Salud que trabajan en el diagnóstico y manejo de esta enfermedad
El 16 y 17 de marzo se realizó en Buenos Aires el encuentro MS Innovation, una iniciativa de Biogen Argentina para generar un espacio que promueva el conocimiento científico en la esclerosis múltiple (EM), destinado al análisis crítico y puesta en común de los profesionales de la Salud que trabajan en el diagnóstico y manejo de esta enfermedad.
Con certificación de la Sociedad Neurológica Argentina, en esta primera edición más de un centenar de especialistas nacionales e internacionales se reunieron para discutir los últimos avances en la investigación y abordaje de la EM, llevando la academia a la práctica clínica diaria, lo que apunta a mejorar el tratamiento y la calidad de vida de los pacientes.
En la actualidad se estima que conviven con esclerosis múltiple alrededor de 2,3 millones de personas en todo el mundo. Esta enfermedad autoinmune, que afecta al sistema nervioso central (SNC) –al cerebro y la médula espinal– en general suele iniciar a edades tempranas, entre los 20 y 40 años. Los síntomas más comunes son problemas en la visión, debilidad en las extremidades, dificultad para caminar, trastornos de equilibrio, entre otros.
Al tratarse de una enfermedad variable por la multiplicidad de síntomas, la evolución distinta y el impacto que conlleva, la EM requiere una atención personalizada adecuada a la situación de cada paciente.
Según explicó el Dr. Andrés Villa, jefe de la Sección Neuroinmunología y Electrofisiología, División Neurología del Hospital General de Agudos J. M. Ramos Mejía, “gracias a los avances en la investigación, hoy se conoce que debido a la manera en que la esclerosis múltiple se expresa clínicamente, tanto en su evolución como en la capacidad de respuesta al tratamiento, requiere un abordaje cada vez más individualizado, porque la enfermedad se comporta diferente de un paciente a otro”.
Este abordaje personalizado y de forma temprana es una de las premisas más importantes en el manejo médico de la EM. El diagnóstico precoz tiene repercusiones terapéuticas importantes a fin de prevenir la evolución de la discapacidad a largo plazo, incluso antes de que haya síntomas.
En este sentido los expertos incidieron en la importancia del diagnóstico diferencial por especialistas para la correcta detección y tratamiento personalizado. “Los avances en las técnicas de resonancia magnética nuclear, junto con una cuidadosa clínica, examen neurológico y pruebas de laboratorio, son las herramientas necesarias al momento del diagnóstico diferencial”, indicó el Dr. Villa.
Avances en la investigación y futuro del tratamiento de la EM
En la actualidad, las terapias disponibles para la esclerosis múltiple están dirigidas a reducir la actividad inflamatoria. Uno de los principales aportes de la reunión ha sido el planteamiento de un nuevo paradigma en el tratamiento de la EM, referido a las investigaciones enfocadas en la remielinización, con potencial neuroregenerativo y neuroprotector de las células y el tejido del sistema nervioso central (SNC).
La Dra. Patricia Coyle, directora del Centro de Atención Integral de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Stony Brook de Nueva York, explicó que “los avances en la investigación de la neuroprotección están identificando los mecanismos de daño del sistema nervioso central que incluyen pérdida de mielina, lesión mitocondrial, estrés oxidativo, entre otros. El desarrollo de agentes neuroprotectores establecería nuevas terapias que reducirían la lesión del SNC, preservarían la cognición y otras funciones neurológicas. Además proporcionarían tratamiento para la forma neurodegenerativa progresiva de la esclerosis múltiple. Se están estudiando varias líneas de investigación interesantes, con potencial para la neuroprotección y la reparación”.
Uno de estos desarrollos en investigación es el compuesto opicinumab (anti-LINGO-1), un anticuerpo monoclonal humanizado que se investiga como terapia neuroreparadora potencial en personas con formas recurrentes de EM. Opicinumab se dirige a LINGO-1, que es una proteína específica del sistema nervioso central involucrada en el desarrollo de la mielina y la regeneración. Actualmente se encuentra en Fase 2 de investigación, los estudios RENEW y SYNERGY, diseñados para evaluar la actividad biológica y el potencial clínico de opicinumab en neuritis óptica aguda (una de las principales manifestaciones de la esclerosis múltiple) y en las formas recurrentes de la enfermedad, respectivamente. RENEW es el primer estudio en proporcionar evidencia de reparación biológica en el SNC al facilitar la remielinización tras una lesión inflamatoria aguda.
De cara al futuro del tratamiento de la esclerosis múltiple el Dr. Jorge Correale, jefe del Servicio de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de FLENI, expresó: “sin lugar a duda a futuro necesitaremos combinar fármacos; por un lado, aquellos que contribuyen a controlar la respuesta inmune –con los que ya contamos– pero estamos muy esperanzados en nuevas terapias que permitan remielinizar el daño ocurrido y fármacos neuroprotectores, que eviten que la agresión de la enfermedad dañe aún más el sistema nervioso más allá de la mielina”.
Sobre la Esclerosis Múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en la cual las mismas células inmunológicas dañan la mielina, la capa que recubre las fibras nerviosas. Sin la mielina las fibras nerviosas pierden la habilidad de conducir adecuadamente los impulsos eléctricos. No es hereditaria ni contagiosa. Se desconoce su causa, pero las investigaciones indican que un mecanismo autoinmune provocaría la inflamación y la desmielinización.
En el mundo aproximadamente 2.300.000 personas están afectadas por la EM, mientras que en Argentina unas 8.000 personas padecen la enfermedad. Afecta al doble de mujeres que hombres y se desarrolla mayormente en adultos jóvenes.
Si bien la EM todavía no tiene cura, se ha avanzado significativamente en su conocimiento y tratamiento logrando modificar el curso natural de la enfermedad mediante la reducción de los brotes, el retraso en la progresión de la discapacidad y la mejora en la calidad de vida.