La Hiperhidrosis es un trastorno por el cual nuestro cuerpo transpira más de lo que necesitamos para regular la temperatura del cuerpo. Son episodios de gran sudoración, con goteo, en respuesta a determinadas situaciones que funcionan como gatillo.
Es un trastorno de origen genético que puede aparecer durante la pubertad y característicamente no sucede durante el sueño. Si bien no genera, ni predispone a ninguna enfermedad, deteriora notablemente la calidad de vida de quienes la padecen.
"La Hiperhidrosis suele darse en determinadas partes del cuerpo, el 66% de los casos es en los axilares, el 32% en las palmo-plantares, el 1% son cráneo-faciales y un 1% tronco y otras localizaciones", explicó Diego Angelillo, especialista en Cirugía Torácica.
Angelillo afirmó que "el 3% de la población padece de Hipehidrosis y su distribución es pareja en todas las latitudes o sea que no es un fenómeno de las regiones cálidas".
"Se lo sufre tanto en verano como en invierno. A modo de ejemplo en un colegio secundario de 300 chicos hay 9 que lo padecen en axilas y 3 en manos y pies", comentó.
El especialista dijo que "las glándulas sudoríparas se encuentran en el espesor de la piel y están formadas por un cuerpo o sáculo cuyas paredes producen el sudor. El cuerpo de la glándula posee fibras musculares que lo rodean y en respuesta al estimulo nervioso, el musculo se contrae y “exprime” el sáculo haciendo que transpiremos".
Para su tratamiento en los casos cráneo faciales y palmo-plantares el tratamiento de elección es la cirugía con tasas de satisfacción del 70% y 99.9% respectivamente.
En los casos axilares focales tradicionalmente se indicaba la cirugía y si bien su indicación todavía persiste, desde hace ya unos años la aplicación de Toxina Botulínica para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar se impuso como una alternativa que brinda los mismos resultados, sin la necesidad de someterse a una cirugía.
La Toxina Botulínica es un excelente relajante muscular de acción local: esto significa que solo actúa en la zona de aplicación.
Cuando se aplica toxina botulínica en el espesor de la piel de la zona axilar, a modo de tatuaje o mesoterapia, genera al cabo de 2-5 días una notable disminución de la sudoración, experimentando el paciente un cambio en su calidad de vida. Este tratamiento no genera incremento de sudoración en otras zonas del cuerpo. No interfiere con la depilación, transitoria ni permanente. No requiere preparativos, ni cuidados posteriores y se realiza en una sola sesión de 15 minutos en el consultorio.
Los resultados duran entre 5-6 meses en el 98% de los pacientes y como con cualquier otro medicamento no se administra a embarazadas o durante la lactancia.