En 2016, se vivió una de las mayores epidemias registradas en la Argentina. La concientización evita que se repita la historia.
La llegada del verano y las altas temperaturas hacen más permeable la propagación de los virus del Dengue, Zika y Chikungunya dado que el calor favorece la reproducción de los mosquitos y con las lluvias, los insectos encuentran nuevos espacios para vivir y poner sus huevos. La Facultad de Medicina de la Fundación Barceló brinda a la comunidad algunas medidas claves para que entre todos podamos prevenir estas enfermedades.
Los virus del Dengue, Zika y Chikungunya son infecciones que se transmiten por las picaduras del mosquito Aedes aegypti, cuyas larvas, por lo general, proliferan en los recipientes con agua estancada. Los principales síntomas son la fiebre, dolores musculares y de articulaciones muy fuertes, dolores detrás de los ojos, náuseas o vómitos, cansancio, y sarpullidos.
En primer lugar, es importante destacar que la fumigación de espacios verdes no es una solución para eliminar los mosquitos, ya que solo mueren los adultos quedando vivos las larvas y los huevos. Además, esto genera un desequilibrio ecológico al matar cientos de insectos que son necesarios para la naturaleza.
Para prevenir, es importante que cada uno de nosotros sea responsable en nuestros hogares y lugares de trabajo. Es imprescindible evitar los recipientes con agua estancada. Para esto, se recomienda vaciar y dejar boca abajo cualquier recipiente que pueda contener agua y en la que puedan reproducirse las larvas del mosquito. Evitar dejar botellas, frascos, platitos, neumáticos o cualquier objeto al aire libre que pueda almacenar agua en su interior.
Por otro lado, es necesario renovar el agua de floreros y bebederos de las mascotas todos los días y limpiarlos con detergente; realizar una limpieza profunda en hogares, especialmente en espacios abiertos. También, son importantes los recaudos con las plantas aptas para interior y jardines de invierno: aunque aparenten tener agua limpia, las larvas suelen esconderse entre las raíces.
Por último pero no menos importante, es fundamental usar repelente de insectos sobre la piel expuesta y la ropa cada tres horas y utilizar espirales y tabletas repelentes en los lugares que habitamos. Además, en esta época donde la mayoría de las personas salen de vacaciones, es fundamental tomar recaudos cuando se viaja a zonas donde suelen circular los virus, porque así prevenimos la infección y el posterior contagio.
Bajo la premisa de que la efectividad de la prevención depende de toda la sociedad, la Facultad de Medicina de Fundación Barceló invita a la comunidad a transitar un verano más saludable y con menos picaduras de mosquitos. Ante los primeros síntomas, es importante no automedicarse sino ir a consultar a un médico.
Asesoró: Dra. Cristina Rilo, bióloga y docente. Prosecretaria de Ciencia y Tecnología en la Facultad de Medicina de Fundación Barceló sede Santo Tomé, Corrientes.