La prevalencia de la obesidad va en aumento y constituye uno de los peligros más importantes para la salud pública. Se estima que cerca de 3 millones de personas mueren al año a causa del sobrepeso y la obesidad, por lo que los especialistas destacaron la importancia de adoptar hábitos saludables para evitarlos.

Cada 30 de octubre se conmemora el Día de la lucha contra la obesidad con el fin de generar conciencia de que no se trata únicamente de una cuestión estética, sino que es una enfermedad que produce alrededor de 3 millones de muertes por año, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Aunque muchas veces se usan como sinónimos obesidad y sobrepeso no son lo mismo. Una persona obesa de por sí tiene sobrepeso, pero una persona con sobrepeso no necesariamente es obesa”, explica el Dr. Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA.

En Argentina se conoce que el 60% de la población tiene sobrepeso y la prevalencia de obesidad pasó del 14,6% registrado en 2005, al 18% en 2009 y el 20,8% en 2013, lo que implica un aumento del 42,5% en estos últimos años.

Según estimaciones a nivel mundial, en 2014 alrededor de 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Hoy en día este número se encuentra en aumento.

“La obesidad constituye uno de los peligros más importantes para la salud pública. Se ha establecido como un factor de riesgo para enfermedades crónicas tales como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer (riñón, tiroides, páncreas), causando alto impacto en el gasto sanitario y millones de muertes al año en todo el mundo”, comenta el especialista.

“Para determinar si una persona tiene sobrepeso o es obesa se usa una fórmula denominada Índice de Masa Corporal (IMC). Esta fórmula calcula el nivel de grasa en relación al peso, estatura y talla. La causa fundamental de estas condiciones es un desequilibrio entre calorías consumidas y gastadas que se da por un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico, ricos en grasas, y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de los estilos de vida”, dice Provera.

La obesidad se puede prevenir y el aprendizaje debe comenzar en la infancia y adolescencia. Los chicos deben contar con una dieta sana, sin exceso de calorías, rica en verduras, pescados y frutas, además de realizar ejercicio físico de manera regular.

“Desde los primeros años e incluso en el caso de abordar un tratamiento contra la obesidad es clave la adopción de pautas de vida saludables con un estilo de vida activo y una alimentación sana. Si una persona aumenta mucho de peso y se somete a un tratamiento, en el cual desciende significativamente, el mayor desafío que enfrenta es el de poder mantenerse. La mayoría de estos pacientes recupera el peso perdido en los 5 años siguientes al tratamiento”, comenta el cardiólogo.

Cómo evitar el sobrepeso y no llegar a la obesidad

- Optar por una dieta equilibrada, variada y suficiente.
- Realizar 5 comidas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
- Es preferible comer menos cantidad y más veces al día antes que picar entre horas.
- Tomarse un tiempo para comer tranquilamente. Comer poco a poco, masticando bien los alimentos.
- Intentar comer a diario todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, lácteos, carnes/ pescados/ huevos, legumbres, cereales, aceites y grasas.
- Beber entre 8 y 10 vasos de agua al día.
- Evitar las bebidas gaseosas.
- Reducir la ingesta de alcohol, ya que proporciona un elevado aporte energético.
- Si comes fuera de casa, planificar dónde vas a comer. Esto ayuda a elegir la comida de forma más saludable.
- Si te llevas la comida al trabajo, asegurarte de completarla con una pieza de fruta.
- Evitar la grasa de origen animal y optar por alimentos bajos en grasas.
- No olvidar de incluir suficiente fibra en la dieta, como cereales integrales, frutas y verduras.
- Recurrir a las cocciones ligeras: salteados, grill, horno o vapor
- Realizar actividad física de forma regular.