Las representaciones sociales de la vejez influyen no sólo en lo que la sociedad piensa que puede y debe hacer una persona mayor, sino también en la percepción que ellas tienen de sí mismas. Estas creencias disminuyen su autoestima y acaban siendo la profecía que se autocumple.
Las representaciones sociales de la vejez influyen no sólo en lo que la sociedad piensa que puede y debe hacer una persona mayor, sino también en la percepción que ellas tienen de sí mismas. Estas creencias disminuyen su autoestima y acaban siendo la profecía que se autocumple.
Margarita R. Murgieri, miembro del Comité organizador del XIII Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría 2016, explicó que "durante la adultez, los cambios de década, acarrean una ansiedad difícil de comprender si no la miramos desde los prejuicios que se imponen desde el marco social en el que nos desenvolvemos".
"Nuestro cuerpo cambia, también nuestra posición social, laboral y familiar, pero las personas mayores constituyen el colectivo más heterogéneo de las vidas humanas", indicó Murgieri.
La especialista explicó que "existen estereotipos, mitos y prejuicios que desprestigian el envejecimiento y discriminan a los envejecientes".
Algunos de ellos:
1. Asociar a la vejez con la enfermedad y la dependencia. Si bien hay ancianos frágiles y dependientes, situación que aumenta en el grupo de los de mayor edad, hay muchas personas mayores de 65 años con buen estado de salud bio- psico- social e independientes en el desarrollo de sus actividades y relación con el entorno.
2. Todos los ancianos son pobres. En nuestro país muchos ancianos son propietarios de sus viviendas y no así los jóvenes, y ayudan con sus jubilaciones a sus hijos desocupados. Las personas mayores en situación de pobreza viven menos años.
3. Todas las personas mayores presentan deterioro cognitivo. Si bien el deterioro cognitivo es más prevalente a mayor edad, no quiere decir que todas las personas mayores vayan a sufrir demencias, existe una reserva cognitiva o plasticidad neuronal que hace que el cerebro añoso posea un potencial que le permite seguir aprendiendo. La inteligencia cristalizada se mantiene y aumentan las posibilidades de resolución de problemas. La memoria de los procedimientos aprendidos se mantiene. La práctica y la experiencia son fundamentales y hasta más importantes que la edad en sí.
4. Los ancianos son rígidos. Los rasgos de personalidad se estabilizan con la edad y serán rígidos quienes lo han sido y más flexibles otros. Estudios al respecto nos orientan acerca de que la vejez no es una etapa particularmente estresante dentro del curso de la vida.
5. Los ancianos son feos y desagradables. Los medios masivos de comunicación se han ocupado de exaltar el binomio juventud-belleza; en contraste la vejez es fealdad. Muchos adultos mayores se ven presionados por esta representación social y tratan de parecerse a jóvenes para poder seguir siendo bellos y deseables. Esto está relacionado particularmente con otra construcción social como es la de género. Sufren más presión las mujeres.
6. Los adultos mayores son menos felices. Existen estudios acerca de esta temática que determinan que hay mayor madurez afectiva y que los adultos mayores no son menos felices en general, ni están menos satisfechos que los jóvenes.
7. Las personas mayores son asexuadas y si desean o tienen relaciones sexuales, esto es repulsivo. (Estereotipo del “viejo verde” y la “vieja loca”). La sexualidad, incluida la genitalidad, son parte de la vida y como tal pueden desenvolverse durante todo su curso. Con respecto a esta última hay algunas diferencias en los procesos fisiológicos como la lentificación, el aumento del período refractario, la mayor necesidad de estímulos previos y de lubricación. Como consejo fundamental, es importante no compararse con la actividad sexual de joven, sobre todo los varones, que por una cuestión también de género, se ven siempre más exigidos en este punto.
"Si la sociedad en la que vivimos sigue manteniendo estos y otros estereotipos, ¿cómo llegarán las ahora, personas jóvenes a vivir plenamente su vejez?", remarcó.
Esta problemática constituirá uno de los temas que se abordarán en el XIII Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría "Desafíos del envejecimiento actual", organizado por Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría, que se llevará a cabo en Buenos Aires del 25 al 27 de agosto en la sede Puerto Madero de la Universidad Católica Argentina (UCA).