Se conmemora el Día Mundial sin Tabaco y vuelven a alertar sobre los riesgos que tiene para la salud su consumo. Buscan promover más políticas públicas para reducirlo. Las claves para hacerle frente
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública. Mata a casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones son consumidores directos y más de 600.000 fumadores pasivos. Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, donde son mayores las muertes y las secuelas.
Ariel Manti, especialista Consultor en Neumonología de TV Sana y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, explicó que en la Argentina "la mortalidad asciende a más de 40.000 personas cada año, además de la pérdida de 824.804 años de vida saludables, siendo un factor de riesgo muy importante para las muertes originadas por cáncer, enfermedades del corazón y las enfermedades respiratorias crónicas".
Dentro de estas últimas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón están estrechamente vinculadas al consumo del tabaco.
Por otra parte, los fumadores constituyen un claro grupo de riesgo para otras enfermedades respiratorias, especialmente las infecciones causadas por virus y bacterias, por lo cual evitar iniciar su consumo o abandonarlo es una medida promovida desde todas las organizaciones sanitarias.
"Estas últimas promueven también que los tabaquistas deben vacunarse al inicio del otoño o en cualquier época del año contra el virus influenza, responsable de producir la gripe, y contra el neumococo, principal agente causal de la neumonía", indicó Manti.
¿Y cuáles son los síntomas que aparecen con la neumonía?
Algunos de ellos son tos, fiebre, escalofríos, dificultad para respirar, fatiga, dolor torácico agudo o punzante que empeora cuando se respira profundamente o tose y malestar generalizado.
"Con un diagnóstico temprano y correcto tratamiento supervisado por el médico, la mayoría de los pacientes con neumonía mejora y no requiere internación. Los pacientes de edad avanzada o con factores de riesgo (diabéticos, cardiacos, con enfermedad pulmonar previa, tabaquistas, etc.) pueden presentar complicaciones", afirmó el especialista.
Manti señaló que, "sin lugar a dudas, podemos prevenir la enfermedad siguiendo ciertas medidas higiénicas".
Una de las más simples y efectivas es lavarse las manos con frecuencia, especialmente:
· Antes de preparar y consumir alimentos.
· Después de entrar en contacto con personas enfermas.
· Después de sonarse la nariz.
· Después de ir al baño.
· Y sobre todo, abandonando el hábito del cigarrillo, ya que el tabaco daña la capacidad del pulmón para combatir la infección, favorece el cáncer y la epoc, entre otras cosas.