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27 de diciembre de 2024
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Confirman la eficacia de la vacuna contra VPH
A casi 10 años de la recomendación de vacunar contra el virus del papiloma humano (VPH) a las niñas entre los 11 y los 12 años en los EE.UU., y a 5 años de la aprobación de la vacunación a los varones en ese país, un artículo publicado en la revista Pediatrics demuestra la efectividad de la intervención.
8 de abril de 2016
La infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) constituye la enfermedad de transmisión sexual más común en el mundo y es la principal causa de cáncer de cuello de útero. Se estima que en la actualidad, cerca de 660 millones de personas están infectadas con alguna de las variantes del VPH a nivel global.

Desde 2006 están disponibles dos vacunas para evitar el contagio con los tipos de VPH más riesgosos. Ambas protegen contra las cepas 16 y 18 del virus, que son las responsables de un 70% de los casos de cáncer de cuello de útero; y la vacuna tetravalente brinda además protección contra los tipos 6 y 11, que causan la mayoría de los casos de verrugas genitales.

A casi 10 años de ese hito para la salud pública que fue la aparición de estas vacunas, un trabajo publicado en la revista Pediatrics y financiado por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU., presenta el impacto positivo que generó en la población femenina la recomendación de que todas las niñas de 11 a 12 años de ese país –recomendación que luego se extendió a los varones– se vacunaran contra el VPH: según el estudio, la prevalencia del VPH disminuyó el 64% entre las adolescentes de 14 a 19 años.

Además, el estudio presenta por primera vez evidencia del efecto de la vacunación en mujeres veinteañeras, en las que la prevalencia disminuyó 34% entre las de 20 a 24 años, incluso teniendo en cuenta que en este grupo la tasa de inmunización es menor.

Para mostrar el cambio entre la “era previa a la vacunación” y la “era de la vacunación”, los investigadores compararon las tasas de prevalencia del virus entre las mujeres durante el período 2003 a 2006 con las de prevalencia de 2009 a 2012, en base a los datos de la National Health and Nutrition Examination Survey.

Aunque las tasas de vacunación contra el VPH han ido aumentando en los EE.UU., la cobertura todavía es baja. “A pesar de la baja adherencia a la vacunación es llamativa la disminución de la prevalencia de infección por VPH que mostró este estudio. Con esto queda demostrado claramente que el descenso de la prevalencia de infección por VPH está ligado directamente a la adherencia a la vacunación.”, afirmó la doctora Laura Fleider, especialista del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas.

La especialista indicó además que, si bien la efectividad en la Argentina no ha sido demostrada en un estudio específico, se espera que gracias a la gran adherencia a la vacunación contra VPH que existe por estar la vacuna incluida dentro del Calendario Nacional de Vacunación, se va a observar a futura una reducción notable de todas las patologías relacionadas al VPH.

“Es muy difícil poder hablar de la erradicación, ya que no toda la población va a estar vacunada porque hay quienes nacieron antes del año 2000 y no recibieron la vacuna; pero a medida que vayan creciendo estas generaciones de argentinas vacunadas, la infección por VPH va a ser cada vez menos frecuente de hallar. Si se vacunan los hombres además de las mujeres estos cambios serán más notorios aún.”, aseguró Fleider.

En Argentina está en calendario a los 11 años, pero se aplica gratis a todas las niñas que nacieron a partir del 1 de enero del 2000 (es decir que si tienen más de 11 años, nacieron después del 1 de enero del 2000 y no se la aplicaron, pueden aplicarla gratis.

Sobre el VPH

El Virus del Papiloma Humano se llama así debido a que algunos de sus tipos causan verrugas o papilomas (tumores no cancerosos). De las más de 100 variedades de VPH conocidas, alrededor de 40 son mucosales o de tipo genital: afectan las membranas mucosas del cuerpo o las capas húmedas que cubren los órganos y las cavidades del cuerpo que están expuestas al exterior como la vagina y el ano.

El VPH se transmite por contacto genital, más a menudo por relaciones sexuales vaginales y anales, pero también a través del sexo oral y aun cuando la persona infectada no tenga signos ni síntomas.

La mayoría de las infecciones por este virus (90%) desaparecen por sí solas en un período de dos años, pero un pequeño número de personas con el VPH continuará con el virus por una cantidad de tiempo mayor, y pueden desarrollar cambios celulares que, con el transcurso de muchos años, derivarán en cáncer de cuello de útero, de tipo genital o anal, entre otros.

No todos los tipos de VPH son igualmente peligrosos: existen VPH de bajo riesgo (causan verrugas genitales y en el ano y rara vez se convierten en cáncer; también son causa de papilomatosis laringea), y VPH de alto riesgo (pueden causar cambios de bajo y alto grado, precáncer y cáncer en las células del cuello uterino. También pueden causar cáncer de vagina, vulva, ano y orofaringe). Entre los primeros (“de bajo riesgo”) están los tipos 6 y 11, responsables del 90% de todos los casos de verrugas genitales. En cambio, entre los que se consideran de “alto riesgo” figuran los tipos 16, 18, 31, 35, 39, 45, 51, 52 y 58.6.