Está comprobado que 3 de cada 10 personas con psoriasis pueden desarrollar también artritis psoriásica, una enfermedad que afecta a las articulaciones con dolor e inflamación. Por lo tanto, para su manejo y tratamiento, resulta fundamental el trabajo en equipo de reumatólogos y dermatólogos.
La psoriasis es una enfermedad autoinmune, crónica, inflamatoria, no contagiosa que se manifiesta en forma de placas de piel enrojecida, cubiertas de escamas blanquecinas, pero que afecta mucho más que la piel. Puede provocar diabetes, obesidad y problemas cardiovasculares.
Se estima que 3 de cada 10 personas con psoriasis1 también desarrollan inflamación y dolor en las articulaciones, lo que se denomina ‘artritis psoriásica’2, una enfermedad que tiene que ser tratada por reumatólogos en conjunto con el dermatólogo. Es por eso que el trabajo multidisciplinario entre ambas especialidades es fundamental para un enfoque integral del paciente.
El Dr. Gustavo Chirotte, Médico Especialista en Reumatología del “Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias” (CEMA) indicó: “La frecuencia en la que un paciente que padece psoriasis en piel presente además artritis psoriásica es, aproximadamente, de un 5 a un 30% de los casos. El diagnóstico y tratamiento precoz es muy importante debido a que la enfermedad tiene un curso progresivo y crónico con significativa pérdida de la función, calidad de vida, capacidad de trabajo y expectativa de vida”.
Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica producen inflamación pero en zonas diferentes del cuerpo. En el caso de la psoriasis, es la piel (y otros órganos) la que se inflama.
En cambio, cuando se trata de artritis psoriásica, son las articulaciones (manos, columna vertebral u otras) las que se encuentran afectadas. Los síntomas se presentan durante los ‘brotes’ o períodos de actividad de la enfermedad. Casi siempre aparece primero la psoriasis, que se manifiesta por placas de piel enrojecida cubiertas de escamas blancas que causan picazón, en codos, rodillas, cuero cabelludo y otras zonas, o con uñas que cambian de color y de grosor. La artritis psoriásica puede causar dolor, calor y enrojecimiento de las articulaciones, con rigidez (la zona afectada se siente dura y no puede moverse); dedos hinchados (dedos con forma de salchicha o dactilitis) por la articulación debajo de la uña afectada, cansancio, fatiga y fiebre.
La artritis psoriásica puede causar daños irreversibles cuando no se trata, y como los síntomas aparecen y desaparecen cambiando su lugar de manifestación, se dificulta el diagnóstico temprano. La detección a tiempo permite iniciar un tratamiento para: controlar los síntomas, prevenir el dolor, la limitación de los movimientos y la discapacidad.
“Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica pueden ser tan incapacitantes como muchos otros cuadros médicos serios. El impacto negativo sobre los aspectos físico, psicológicos y sociales de la vida puede ser superior al que resulta de enfermedades que la ponen en peligro, como por ejemplo el infarto de miocardio”, aseguró el Dr. Gustavo Chirotte.
El trabajo multidisciplinario es fundamental para un mejor abordaje de la patología: “la relación estrecha entre dermatólogos y reumatólogos, incrementa notablemente la posibilidad de acceder a un diagnóstico y tratamiento temprano”, explicó el especialista y aseguró: “esto conlleva a impedir la progresión del daño por la enfermedad y consecuente incapacidad además de generar un impacto altamente positivo en la calidad de vida”
1er Encuentro Interdisciplinario de Dermatología y Reumatología
Se realizó en el CEMA “Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias”- el “1er Encuentro Interdisciplinario de Dermatología y Reumatología” destinado a profesionales de la salud , enfocado en la importancia del trabajo conjunto para el manejo de la artritis psoriásica con la intención de exponer los beneficios de la intervención conjunta.
El encuentro estuvo destinado a médicos dermatólogos, reumatólogos y demás integrantes de los equipos de salud de Mar del Plata. “Estos encuentros además de lograr difusión de la enfermedad y mayor conocimiento por parte de la comunidad, son sustancialmente productivos para la formación continua de los médicos especialistas. Es la mejor forma de comunicar experiencias, compartir herramientas y destrezas en el estudio y tratamiento de la artritis psoriásica”, aseguró el Dr. Gustavo Chirotte.