La Hipertensión Pulmonar en su forma más severa afecta en su mayoría a mujeres de entre 40 y 50 años. Si bien existen tratamientos, quienes no los reciben rápidamente pueden morir en tan solo 3 años.
La Hipertensión Pulmonar en su forma más severa afecta en su mayoría a mujeres de entre 40 y 50 años. Si bien existen tratamientos, quienes no los reciben rápidamente pueden morir en tan solo 3 años.
El Dr. Ardeschir Ghofrani, profesor de medicina interna y jefe de la división de Hipertensión Pulmonar en Giessen University Hospital, Alemania, asegura que “el diagnóstico temprano es fundamental para un correcto tratamiento y seguimiento de la enfermedad”.
La hipertensión pulmonar es el aumento de la presión sanguínea en las arterias pulmonares. Esta condición puede deberse a varios factores y presentarse en diversas formas, sin embargo, todas ellas tienen una víctima en común: el corazón, que se debilita al tener que bombear sangre contra las presiones elevadas en las arterias pulmonares.
Lamentablemente la hipertensión pulmonar aún no tiene cura, por lo que el corazón continúa debilitándose hasta que el paciente pierde la vida.
El Dr. Ghofrani, explica que “los síntomas a través de los cuales se manifiesta no son específicos. En general, un paciente que padece de Hipertensión Pulmonar tendrá mareos, disnea, falta de aire, dolor de pecho, cansancio y retención de líquidos. Estos síntomas muchas veces se asocian a otras enfermedades y no a esta patología, por eso lo más importante es que no sólo el paciente preste atención a las señales de su cuerpo, sino que el cardiólogo o neumonólogo pueda derivarlo correctamente si sospecha de que tenga Hipertensión Pulmonar”.
Resalta que “lo más importante que tenemos que saber, es que es una enfermedad mortal, que sino se diagnostica y trata correctamente, en 3 años tiene una mortalidad del 50%”.
El Dr. Ghofrani, sostiene que, “el diagnóstico temprano es de vital importancia, ya que esto permitirá un tratamiento adecuado evitando que la enfermedad se siga desarrollando y con eso debilite la calidad de vida del paciente”.
Y aunque esta patología aún no cuenta con una cura, si existen tratamientos que modifican ampliamente la vida del paciente.
En cuanto al impacto de la misma, el Dr. Ghofrani cuenta que, “la Hipertensión Arterial Pulmonar es una enfermedad que disminuye significativamente la calidad vida del paciente, imposibilitándolo incluso a realizar actividades diarias y simples como cambiar a un bebé. El impacto de recibir el diagnóstico y el tratamiento rápidamente puede ampliar las expectativas de vida y mejorando notablemente la calidad de vida del paciente. En general, quienes están bajo control médico logran volver a realizar las actividades que ya no podían y en la mayoría de los casos incluso vuelven a trabajar”.
Por último, aclara que, “esta enfermedad tiene una condición degenerativa, por ello la necesidad de que se consulte al médico y eventualmente al especialista sin perder tiempo. Actualmente se calcula que en Argentina hay 800 pacientes con hipertensión pulmonar y que esta cifra podrá incrementarse a medida que el conocimiento de la enfermedad aumente”.