Se estima que los trastornos tiroideos afectan alrededor del 10% de la población mundial, lo cual representa unas 700 millones de personas. En el marco del Día Mundial de la Tiroides repasamos los puntos más importantes para entender su funcionamiento y estar alerta ante cualquier alteración.
Se estima que los trastornos tiroideos afectan alrededor del 10% de la población mundial, lo cual representa unas 700 millones de personas.
En el marco del Día Mundial de la Tiroides desde Maffei Centro médico se repasaron los puntos más importantes para entender su funcionamiento y estar alerta ante cualquier alteración.
1) Es muy pequeña pero la tiroides regula muchas de las funciones de nuestro organismo
Es extraño considerar que una glándula con una función tan importante en el organismo, no supere los 20 gramos. La misma se encuentra en la base del cuello, tiene forma de “mariposa” y su funcionamiento depende de la hipófisis, otra glándula localizada en el cerebro.
La tiroides se encarga de regular el metabolismo del cuerpo mediante la producción, almacenamiento y liberación de hormonas tiroideas: tiroxina (T4), triyodotironina (T3) y calcitonina. Éstas influyen en casi todas las células, tejidos y órganos; son necesarias para la síntesis de muchas proteínas esenciales en los períodos de crecimiento y contribuyen con el desarrollo del sistema nervioso central.
Además se destaca su influencia en la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, la fuerza muscular, regulación de la temperatura corporal, el ritmo intestinal y la función reproductiva, entre otras. Por su parte, la masa ósea se ve beneficiada por la calcitonina, hormona fabricada en otras células que se encuentran en la tiroides pero que no cuentan con el mismo control embriológico y tampoco es regulada por la hipófisis.
2) No todos los trastornos tiroideos presentan síntomas
Por un lado, la tiroides puede manifestar una alteración de su estructura, cuando la glándula aumenta su tamaño se lo denomina “bocio”. Esta disfunción puede clasificarse en: difuso (cuando toda la glándula está afectada uniformemente), nodular o polinodular (cuando uno o más nódulos han crecido en su superficie). Los nódulos tiroideos pueden manifestarse a través de un bulto en el cuello y generalmente son asintomáticos, pero en algunas oportunidades puede producir dificultades para tragar, respirar o incluso el paciente puede manifestar algunos cambios en la voz.
Por el otro, las alteraciones de funcionamiento más conocidas son el hiper e hipotiroidismo, disfunciones que pueden ser acompañadas o no del aumento del tamaño de la glándula.
El hipotiroidismo se trata de una disminución en la producción de hormonas tiroideas, sus síntomas más frecuentes son: decaimiento, sueño, fatiga, sobrepeso (es responsable de un aumento que oscila entre 2 y 4 kilos; producto de la retención de líquidos, también denominado edema) y dificultad para su baja trastornos en la función reproductiva como alteración de las menstruaciones o infertilidad.
Por su parte el hipertiroidismo, al contrario del primer caso, se caracteriza por un exceso de la función de la glándula tiroidea y puede manifestarse con irritabilidad, taquicardia, pérdida de peso (con un apetito normal o incluso mayor) y nerviosismo, temblor y calor. Además, algunos pacientes pueden tener síntomas oculares como irritación u ojos saltones.
3) Los problemas tiroideos muchas veces se encuentran mal diagnosticados
En la Argentina existen aproximadamente 2 millones de personas que sufren hipotiroidismo y los estudios revelaron que la mitad de los afectados desconocen padecer esta afección ya que sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades.
Además se estima que entre un 4% y 7% de la población puede presentar nódulos tiroideos detectables clínicamente y ese porcentaje asciende a un 50% cuando se trata de nódulos “ocultos”.
4) Las patologías tiroideas son más frecuentes en mujeres que en hombres y pueden afectar a pacientes de cualquier edad.
Históricamente las patologías tiroideas se presentan con mayor frecuencia en las mujeres. Incluso, durante el embarazo, resulta imprescindible que la futura mamá tome los recaudos necesarios y preste especial atención a estas disfunciones.
Es importante que la mujer que está al tanto de su hipotiroidismo, haga un control prenatal previo a la concepción para ajustar las dosis de hormonas tiroideas. Además el seguimiento trimestral es fundamental ya que, las dosis y requerimientos suelen aumentar durante el proceso de gestación. Sucede que las alteraciones de este tipo, suelen presentarse en mujeres en edad reproductiva y pueden declararse durante cualquier etapa del embarazo.
Además, en la etapa de posparto pueden aparecer nuevos casos de hipotiroidismo, por lo que es importante estar alerta a los síntomas de cansancio y desgano si persisten pasados los 3 meses.
Generalmente los nódulos son benignos, pero mediante una punción se obtener un diagnóstico certero del mismo. A pesar del predominio en el género femenino, la aparición de un nódulo tiroideo en un hombre aumenta las posibilidades de que dicha formación pueda resultar maligna.
La mayoría de las veces los casos malignos no suelen ser agresivos y tienen una evolución favorable siempre que se realice una consulta precoz junto con un tratamiento adecuado. Ahora bien, es importante tener en cuenta que los trastornos tiroideos pueden afectar a personas de cualquier edad aunque en el caso de los niños es una situación poco frecuente.
5) Algunos factores aumentan el riesgo de padecer disfunciones tiroideas
Los nódulos tiroideos aparecen con mayor frecuencia en áreas con deficiencia de iodo y en cuanto al riesgo de malignidad, aumenta cuando hay antecedentes de cáncer de tiroides dentro de la familia, sobrepeso y tratamientos con rayos en la zona del cuello durante edad temprana.
En el caso de las personas que han sufrido enfermedades autoinmunes (psoriasis o artritis reumatoide, entre otras), pueden resultar en mal funcionamiento de la tiroides producto de un desencadenante como estrés, tabaquismo, infecciones virales o bacterianas.
"En conclusión, es fundamental estar atentos a los síntomas que puedan indicar alguna disfunción, la consulta temprana con el especialista es fundamental para un diagnóstico precoz. Actualmente existen tratamientos que se ajustan a las necesidades y condiciones de cada paciente. Por ese motivo, ante los primeros síntomas es importante acudir a un endocrinólogo para actuar con rapidez", se indicó desde Maffei Centro Médico (www.lauramaffei.com.ar)