En el marco del Primer Taller sobre la Salud del Cerebro, una iniciativa regional realizada en distintos países de América Latina, especialistas en el tema dieron a conocer recomendaciones y estudios relacionados a la nutrición y el cerebro.
Con el fin de informar sobre la importancia de mantener un cerebro saludable, un grupo de expertos dio a conocer estudios científicos y consejos sobre hábitos saludables que destacan a la nutrición como un punto esencial para lograr un buen funcionamiento del cerebro.
Días atrás se llevó a cabo en Buenos Aires, en el Hotel Four Seasons, el Primer Taller sobre la Salud del Cerebro, que contó con la participación del Dr. Pablo Richly, y de Nelson Dellis, cuatro veces Campeón de la Memoria en Estados Unidos (2011, 2012, 2014 y 2015).
De acuerdo a los especialistas, la lista de recomendaciones para tener un cerebro saludable incluye mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física, reducir el estrés y llevar una vida social activa. Es importante destacar que la ingesta de una dieta equilibrada, entre otros beneficios, contribuye con la salud neurológica y con el bien estar de manera general.
El cerebro empieza a formarse en las primeras semanas del embarazo y alcanza su desarrollo completo entre los 20 y los 25 años.
Durante la adultez, sufre los efectos del envejecimiento que se relaciona, principalmente, con el aumento en el riesgo de contraer enfermedades neurodegenerativas. Al tratarse del órgano más complejo y activo del cuerpo, precisa de la ingesta de nutrientes valiosos para funcionar de una manera eficaz, ya que consume hasta un 20% de la energía que utilizamos para vivir y no cuenta con reservas propias, sino que depende de lo que recibe a través de la circulación sanguínea.
El rol de la alimentación en la salud del cerebro
Una alimentación saludable se traduce en la ingesta de nutrientes valiosos. Su importancia radica en que son los que participan en el crecimiento de nuevas células cerebrales y de conexiones neuronales. En este sentido, es importante identificar cuáles son los nutrientes que mejor cumplen estas funciones.
Un estudio reciente publicado en la revista científica Plos One comprobó que adultos con ingesta de suplementación de Omega-3 DHA mostraron mejoras en la memoria episódica (aquella que está relacionada a sucesos biográficos).
El Omega-3 es un ácido graso poliinstaurado que es considerado esencial ya que el organismo no lo produce. Uno de los tipos de Omega-3 es el ácido docosahexaenoico (DHA) que está presente en las microalgas que consumen los peces de agua fría como el atún, caballa y salmón. La importancia de este nutriente radica en que representa hasta un 97% del Omega-3 presente en el cerebro y hasta un 93 % de los Omega-3 presentes en la retina del ojo. A su vez, también es un componente estructural de las células nerviosas del cerebro, ojos y tejidos del corazón.
A la hora de pensar en el futuro de nuestra salud, debemos tener en cuenta los hábitos actuales que mantenemos en el día a día. Tener la información adecuada nos permite actuar en consecuencia y volvernos más conscientes de las posibilidades de mejorar la calidad de vida con tan solo modificar ciertos hábitos. Conocer el funcionamiento del cerebro y cómo mantenerlo sano, entonces, es el puntapié inicial.