El “Síndrome del Edificio Enfermo” es uno de los trastornos más comunes que afectan a las personas en edad laboral. Es un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en espacios cerrados, en los que la temperatura es controlada artificialmente. Afecta a 1 de cada 3 edificios modernos. Cómo se origina, consecuencias y consejos para evitarlo.
Uno de los trastornos modernos que afecta a la visión y que es desconocido por la mayor parte de la población es el llamado Síndrome del Edificio Enfermo (SEE), denominación que comprende a un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire que se da en los ambientes laborales modernos.
Pilar María Nano, coordinadora de Investigación del Inst. de Ojos Dr. Hugo Daniel Nano, explicó que por lo general, "en estos lugares cerrados la temperatura y la ventilación son controladas totalmente a través de sistemas internos, en los cuáles no se abren las ventanas directamente al exterior para generar ventilación natural y el aire circulante proviene siempre de las cañerías internas".
"Según las autoridades sanitarias, actualmente uno de cada tres edificios modernos sufre de este síndrome. A esto se suma la gran cantidad de partículas invisibles que despiden máquinas como impresoras, fax, monitores y fotocopiadoras, entre otras; comunes en este tipo de espacios. Asimismo, la poca o excesiva iluminación del lugar también es un factor de riesgo a tener en cuenta, ya que la abundancia de luz genera reflejos en las pantallas de trabajo de los puestos administrativos. Por las características mencionadas, este síndrome afecta principalmente a personas en edad laboral (18 a 65 años) que trabajan en oficinas y también puede darse en algunos recintos educativos modernos", indicó Nano.
Las partículas liberadas por los diferentes accesorios tecnológicos habituales en estos lugares pueden adherirse a la superficie ocular, produciendo desde enrojecimiento hasta picazón y malestar al final de la jornada laboral. Además, puede llegar a provocar sequedad e irritación de las vías respiratorias, piel y ojos, dolor de cabeza, fatiga mental, resfriados persistentes e hipersensibilidades inespecíficas; conformando una patología que no solo afecta a la visión sino a la salud general del paciente.
El SEE suele tratarse mediante la indicación de un colirio adecuado. Pero la mejor forma de combatirlo es la prevención; y para ello existen una serie de consejos que se recomienda poner en práctica los mencionados espacios:
- Mantener una limpieza correcta del lugar, haciendo hincapié en los conductos de ventilación.
- Buscar una mayor entrada y salida de aire fresco, para lograr que el mismo se renueve.
- Procurar que la temperatura oscile entre los 22 y 24 grados.
- Mantener un buen clima laboral para fomentar el compromiso de todos los empleados en las medidas higiénicas de los instrumentos tecnológicos con los que trabajan.
- Ubicar las lámparas estratégicamente para que iluminen los objetos en los cuáles enfocamos la vista y no frente a los ojos.
- Utilizar lámparas blancas o de colores cálidos y evitar el uso de focos transparentes.
- Minimizar (en la medida de lo posible) el tiempo de exposición a pantallas, mantener la humedad ocular (mediante el pestañeo o la aplicación de lágrimas artificiales) y descansar la vista con frecuencia (cada 2 horas, cerrar los ojos durante 60 segundos).
- Consultar a su oftalmólogo al menos una vez al año. De surgir algún problema o patología visual relacionada con el SEE o de otra naturaleza, se puede identificar y tratar desde temprano; evitando así agravar sus eventuales consecuencias.
"Si bien en la actualidad existen guías para ayudar a reconocer el problema, lo ideal y aconsejable es recurrir a un profesional para que evalúe la situación. La prevención es fundamental para reducir el índice del Síndrome del Edificio Enfermo, partiendo de la decisión de plantear el caso y de comunicárselo a los responsables dentro de estos espacios", indicó.