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27 de diciembre de 2024
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La culebrilla, una enfermedad que espera latente
Se estima que 1 de cada 3 personas que haya sufrido varicela puede desarrollar herpes zóster (conocido popularmente como culebrilla) en algún momento de su vida. Actualmente está disponible en Argentina una vacuna para prevenirlo indicada en personas mayores de 50 años, incluso aún en aquellas que ya han padecido algún episodio de la enfermedad
5 de marzo de 2015
El herpes zóster es una enfermedad causada por el mismo virus que ocasiona la varicela: el virus Varicella zoster. Cuando una persona se recupera tras haber sufrido varicela, el virus permanece en su organismo en estado latente –en las células del sistema nervioso–, hasta que en algún momento,se reactiva causando lo que se conoce popularmente como “culebrilla” (herpes zóster). Se estima que 1 de cada 3 personas que haya sufrido varicela, puede desarrollar esta enfermedad en algún momento de su vida.

El herpes zóster es una erupción cutánea que toma la forma de una franja que aparece a uno o a otro de los lados del cuerpo, puede presentarse de un lado de la cara o en raras ocasiones puede extenderse mucho más e incluso tener apariencia similar a la de la varicela. Puede aparecer acompañado por síntomas como fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y malestar estomacal. Puede dar lugar además a complicaciones en los ojos, causando la pérdida de la visión, en los oídos, caracterizado por sordera; y la llamada neuralgia postherpética: un dolor intenso y debilitante en las zonas afectadas por el sarpullido, que puede persistir aun después de la desaparición de la erupción.

Cualquier persona que haya sufrido varicela puede desarrollar herpes zóster, pero el riesgo de desarrollarlo se incrementa con la edad. La mitad de los casos ocurren en hombres y mujeres mayores de 60 años de edad en donde las complicaciones como la neuralgia postherpética son mucho más frecuentes.

Otro factor que favorece la reactivación del virus es tener el sistema inmunológico comprometido, como ocurre en quienes padecen ciertos tipos de cáncer (leucemia y linfoma), en las personas infectadas con el VIH, o en quienes reciben drogas inmunosupresoras como los esteroides o las que se utilizan luego de haber recibido un trasplante de órganos.

Aun cuando el virus se encuentra ya presente en el organismo de las personas que sufrieron varicela, la vacunación es la única manera de reducir el riesgo de desarrollar herpes zóster y el dolor que puede sobrevenir después de la enfermedad. Actualmente está disponible en Argentina una vacuna para prevenir la culebrilla en personas mayores de 50 años, incluso aún en aquellas que ya han padecido algún episodio de herpes zóster.