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27 de diciembre de 2024
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Por Leonardo Coscia
El peligro de las anomalías congénitas
Las anomalías congénitas son la segunda causa de muerte en niños menores de 5 años. La OPS/OMS reunió a otras 11 organizaciones líderes en salud global para impulsar el Día Mundial de los Defectos de Nacimiento
5 de marzo de 2015
Los defectos al nacer, también llamados anomalías congénitas, trastornos congénitos o malformaciones congénitas, son la segunda causa de muerte en los niños menores de 28 días y de menos de 5 años en las Américas. Junto con la prematuridad (primera causa), la asfixia y la sepsis representan más del 44% de los fallecimientos en la niñez en la región. En el mundo, afectan a 1 de cada 33 bebés y causan 3,2 millones de discapacidades al año.

“La conmemoración de este día apunta a crear conciencia sobre este problema frecuente, costoso y desafiante, pero también a impulsar el desarrollo y la implementación de programas para prevenirlo, y ampliar los servicios de salud que refieren y atienden a todas las personas con defectos de nacimiento”, señaló Suzanne Serruya, directora del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) de la OPS/OMS.

Las anomalías congénitas pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental, aunque en la mayoría de los casos resulta difícil identificar su causa. Los trastornos congénitos graves más frecuentes son las malformaciones cardíacas, los defectos del tubo neural y el síndrome de Down.

Se calcula que cada año 270.000 recién nacidos fallecen durante los primeros 28 días de vida debido a anomalías congénitas. Estas constituyen la cuarta causa de muerte neonatal, después de las complicaciones del parto prematuro, las relacionadas con las infecciones neonatales y las vinculadas con el parto, según datos de la OMS.

Para los bebés que sobreviven y viven con estas condiciones, los defectos de nacimiento aumentan su riesgo de discapacidades a largo plazo, con gran impacto en los afectados, sus familias, los sistemas de salud y la sociedad.

Muchos defectos del nacimiento se pueden prevenir o tratar. La ingesta suficiente de ácido fólico y yodo durante el embarazo, la vacunación contra la rubéola a las mujeres (que pueden transmitirla a sus hijos antes del nacimiento) y los cuidados prenatales adecuados constituyen algunas medidas claves en este sentido.

“Nuestra visión es que cada niño nazca lo más saludable posible y con el potencial para una vida plena y productiva”, afirmaron las doce organizaciones en un comunicado.

Además de la OPS/OMS, las instituciones que impulsan el Día Mundial de los Defectos de Nacimiento son los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), el Estudio Colaborativo Latino Americano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC), el Centro Europeo de Información de Referencia sobre la Dismelia (EDRIC), la Federación Internacional de Espina Bífida e Hidrocefalia (IF), el Directorio Internacional de Registros de Defectos Congénitos (Clearinghouse), la Fundación March of Dimes, la Alianza Neonatal, la Red Nacional para la Prevención de Defectos Congénitos (NBDPN), la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, y la oficina regional de la OMS para Asia Suroriental.