Si bien el peso puede ser el adecuado, muchas mujeres pueden presentan adiposidades localizadas en las piernas (el famoso pantalón de montar), en el abdomen y en la cadera (flotadores). Estas son las zonas donde, con más frecuencia, se deposita la adipocidad, y son uno de los principales motivos de consulta.

“En general, la mayoría de los casos presentan una morfología genética hereditaria que se puede acentuar por causas de distribución hormonal, tanto en el inicio en la pubertad como en la edad adulta menopausia”, explica la Dra. Amalia Ascarza, médica especialista en medicina estética, y Directora Médica de M&E Urbano Buenos Aires.

“El tratamiento es diferente en cada etapa de la vida. Las mujeres son las que suelen consultar más por este tema, en especial entre los 40 y 50 años, que es la edad en la que se evidencian los primeros signos clínicos de deplección hormonal que se acompaña casi siempre con un aumento de peso generalizado”.

¿Qué tratamientos existen para tratar la adiposidad?

La mejor forma de tratar la adiposidad es mediante un tratamiento multidisciplinario, con un abordaje medico endocrinológico sistémico y nutricional, y con el uso de la tecnología adecuada.

“Con todos los pacientes se pauta un plan integral diseñado por nuestro equipo médico. Hoy en día, la medicina ofrece una variada propuesta de tecnología médica para resolver estos casos de adiposidad local, siempre y cuando se haga un buen diagnóstico que nos asegure un resultado efectivo.”, afirma la Dra. Ascarza.

Es necesario que quien realice un tratamiento de este tipo, comprenda que no existen los resultados express. La clave es llevar adelante un plan sostenido y controlado de manera integral, con el fin de obtener los resultados buscados.

El examen clínico es fundamental, para saber qué tipo de tecnología es la adecuada para cada paciente.

“Los tratamientos de cavitación, el uso de fosfatidilcolina, la mesoterapia -para citar los más solicitados- y otros métodos más complejos, tienen sus contraindicaciones que sólo son evaluados por un profesional médico, así como un plan nutricional de acompañamiento que asegure un resultado duradero. No todo plan localizado puede ser efectivo, la calve es un buen diagnóstico y tratamiento. Nuestro cuerpo es muy importante, vernos bien es parte de lo que esperamos de un tratamiento pero siempre cuidando nuestra salud”, destaca Ascarza.

La importancia de un abordaje clínico y multidisciplinario

Salvo en patologías determinadas, las adiposidades localizadas pueden tener su origen en la morfología genética, o pueden generarse según la distribución hormonal. Suelen aparecer al inicio de la pubertad, como en la menopausia. Es de vital importancia un buen diagnóstico médico y el abordaje terapéutico clínico controlado antes del abordaje quirúrgico.

“Es muy importante que el profesional le aclare, a cada paciente, las expectativas reales del tratamiento y su duración. El cliché de marketing ‘baje 10 cm en 1 mes’ no sólo es algo inalcanzable, si no que genera falsas expectativas”, afirma Ascarza.

Si bien hoy en día es posible, con la tecnología de la que se dispone, dar una solución a este problema que tanto incomoda a las mujeres, los mejores resultados se ven en aquellos pacientes que cumplen con el programa indicado para ellos.