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27 de diciembre de 2024
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VIH/Sida: nueva opción de tratamiento
El Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario (fundamentalmente los linfocitos T CD4, una variedad de glóbulos blancos) y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer.
28 de noviembre de 2014
El Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario (fundamentalmente los linfocitos T CD4, una variedad de glóbulos blancos) y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer.

A medida que el virus destruye estas células inmunitarias y altera su función, la persona infectada se va volviendo gradualmente inmunodeficiente (sensibles a muy diversas infecciones y enfermedades que las personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir). La fase más avanzada de la infección por el VIH se conoce como síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o SIDA y puede tardar entre 2 y 15 años en manifestarse, lapso variable para cada persona.

El VIH se ha convertido en una enfermedad de carácter crónico. Debido a ello, el seguimiento clínico personalizado por profesionales expertos, y el cumplimiento de los tratamientos son fundamentales para favorecer la calidad de vida de las personas que conviven con el virus. De acuerdo a las cifras oficiales, aproximadamente unas 110.000 personas conviven con VIH en la Argentina.

“En la actualidad, el objetivo de las alternativas terapéuticas (hasta poder arribar a la cura de la enfermedad) es ayudar a los pacientes a tener una mejor calidad de vida. Es por esto que constantemente se trabaja en pos de encontrar tratamientos efectivos, bien tolerados y que disminuyan los efectos adversos, para que la enfermedad altere en la menor medida posible el día a día de los pacientes,” comenta el Dr. Pedro Cahn.

Como resultado de la sólida evidencia presentada en base a diversos estudios clínicos de seguridad y eficacia, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), ha aprobado en la Argentina Dolutegravir, una nueva opción de tratamiento para una amplia gama de pacientes con VIH. La nueva droga funciona como un inhibidor de la integrasa de 2° generación (la integrasa es una enzima que permite que el ADN del virus del VIH se integre al ADN de las células sanas). Es decir, esta droga impide la unión de esta enzima y bloquea un paso clave en el ciclo de replicación del virus.

Esta alternativa está indicada para su uso combinado con otros agentes antirretrovirales (Asociación de drogas que actúan por distintos mecanismos de acción en distintos estadìos de la multiplicación del virus), lo que se conoce como cóctel, en el tratamiento del VIH en adultos y en niños de 12 años o más cuyo peso corporal sea superior a 40 kg. (tanto para personas que inician el tratamiento como así también en aquellos pacientes que han desarrollado resistencia a otros medicamentos para el HIV, incluido los inhibidores de integrasa de primera generación, y pacientes con resistencia a múltiples fármacos).

Una de las ventajas que ofrece este tratamiento está relacionada con la vida prolongada que tiene la droga en sangre (12 a 14 hs) lo que permite tomar la medicación una vez al día con o sin alimentos en cualquier momento del día (se suministra por vía oral en una única dosis diaria de 50 mg. En los casos de pacientes con resistencia a inhibidores de integrasa la dosis que se debe administrar es de 100mg). Esto significa una gran ventaja para los pacientes con VIH que frecuentemente reciben diversas medicaciones en forma simultánea con muchas interacciones entre ellas y varias tomas al día.

Además, el tratamiento tiene alta barrera genética, es decir, que la droga mantiene su eficacia a pesar de que el virus haya desarrollado varias mutaciones genéticas que confieren resistencia a otras drogas Asimismo no disminuye la efectividad de otros fármacos, y tiene poco impacto sobre los lípidos (no aumenta el colesterol y/o triglicéridos en pacientes).

Datos y cifras de VIH en nuestro país:

Hay 5.500 nuevas infecciones por año. Más del 95% obedecen a relaciones sexuales sin protección.

Hay 1.500 muertes por año por enfermedades relacionadas al sida. 1

Son 32.000 las mujeres de al menos 15 años que viven con VIH.1

De las 110.000 personas con VIH en el país, aproximadamente el 70% conoce su diagnóstico, lo que posibilita la atención, seguimiento y el acceso a tratamientos antirretrovirales en caso de necesitarlos.

En Gran Buenos Aires y CABA la cantidad de casos de VIH entre las mujeres descendió a la mitad en 10 años. Mientras que en Cuyo y NOA hay un marcado ascenso (situación que se repite entre los varones).

En Buenos Aires hay un marcado descenso de prevalencia de la enfermedad.

Aunque las tasas más altas de prevalencia se observan en el grupo de 25 a 44 años, en los últimos años han incrementado notablemente los casos en personas mayores a 55 años.

Las vías de transmisión comprobadas son tres:

Relaciones sexuales vaginales, anales u orales, heterosexuales u homosexuales sin protección. El paso del virus se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración y otras prácticas sexuales, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo. 3 de cada 4 casos de transmisión son por vía sexual. El 90% de estos casos corresponde a exposición heterosexual.

Vía sanguínea, por compartir jeringas para el uso de drogas o cualquier otro elemento cortante o punzante, o a través de la transfusión de sangre no controlada.

Transmisión perinatal, de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. La transmisión madre-hijo plantea el principal mecanismo de adquisición del sida para los niños. De no recibir adecuada atención médica, una madre VIH positiva tiene un 30% de transimitir la infección al hijo. Con atención médica adecuada el riesgo de transmisión del virus al bebé es casi nulo.

Cómo prevenirlo:

Usar preservativo: La única manera para protegerse del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) es usando preservativo cada vez que se tenga relaciones sexuales de cualquier tipo.

Evitar el contacto con sangre: No intercambiar o compartir agujas y jeringas. También se sugiere controlar que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas, entre otros.

Controlar el embarazo: Para evitar la transmisión del virus de la madre al bebé se recomienda que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH con el primer control de su embarazo. Si el resultado es positivo la embarazada debe seguir las indicaciones médicas y aplicar las medidas de cuidado para evitar la transmisión al bebé: control y tratamiento de la infección por HIV durante el embarazo y otras medidas para el bebé recién nacido y suspensión de la lactancia materna. Así las posibilidades de transmitir el virus al bebé son casi nulas.

Hacerse el test de VIH: la única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un análisis de sangre para detectar la presencia del virus. El análisis se puede realizar en forma gratuita en centros de atención.