Las estadísticas son lo suficiente alarmantes como para prestar atención e informarse sobre este tipo de muerte y tomar todas las medidas necesarias para prevenirla.
La muerte súbita, es una muerte natural (no traumática) que ocurre instantáneamente o dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas de manera inesperada La causa más frecuente son las enfermedades cardiovasculares, y dentro de ellas la enfermedad coronaria comenta el Dr. Fernando Scazzuso, médico cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, ICBA.
Es interesante saber que la mayor parte de las muertes súbitas ocurren fuera del ámbito hospitalario. Es por esto que identificar a los grupos con riesgo elevado, así como trabajar en la prevención y tratamiento del paro cardíaco es un gran desafío para cualquier sistema de salud en las actuales sociedades modernas.
La información obtenida a partir de los primeros estudios de los equipos de rescate pone de manifiesto que la fibrilación ventricular es la arrimia que provoca el paro cardíaco y el tratamiento urgente de esta arritmia mediante la desfibrilación externa evita la muerte súbita.
¿Cómo prevenirla?
“La prevención de la muerte súbita exige en primer lugar un cambio en el estilo de vida, debiendo promover el cuidado personal de la salud”, recomienda el especialista jefe del servicio de Electrofisiólogía y Arritmias del ICBA. Es así que el hábito alimenticio, la actividad física, el abandono del tabaquismo, el control del stress y del sobrepeso, aun hoy en el siglo XXI son las medidas más efectivas para evitar este trágico evento en nuestras vidas.
En segundo lugar la reanimación inmediata, por lo anyteriormente dicho, es de vital importancia. Aún los mejores sistemas de reanimación del mundo consiguen una baja tasa de supervivencia debido a la dificultad de organizarlos en grandes ciudades como la nuestra, el tiempo en llegar al lugar del incidente y desde allí hasta algún centro de salud hacen que la tasa de éxito sea tan baja como el 25%.
En este punto es de destacar la importancia de la reanimación cardiopulmonar realizada por transeúntes testigos de estos episodios. Esto permite iniciar la resucitación antes de los 4 minutos que disponemos para evitar el daño cerebral irreversible, mientras aguardamos el arribo del equipo médico de rescate.
Es por ello que los controles de salud y la estratificación del riesgo para muerte súbita son medulares en la toma de decisión en la selección del mejor tratamiento para nuestro paciente en cuestión. En el ICBA contamos con una guardia especializada que atiende estos casos con éxito.
En resumen, “si tenemos en cuenta a nuestro estilo de vida, concurrimos a la consulta para una correcta evaluación y recibimos el tratamiento adecuado podemos estar seguros que la muerte súbita no será tan inesperada y lo más importante, estaremos preparados para enfrentarla”, concluye el especialista del ICBA.