Si bien no existe una relación directa entre el frío y la neumonía, es cierto que las bajas temperaturas predisponen a adquirir patologías respiratorias y a un mayor desarrollo de los gérmenes que las causan.

Lucas Cantale, médico de Residencia del Arce, explicó que "dada su alta incidencia en las personas mayores y las conocidas complicaciones que pueden generar, nos remitiremos al análisis del tema y a la propuesta de acciones básicas para su prevención".

"Partimos de la base de que la incidencia de la neumonía en la sociedad se incrementa con la edad, alcanzando de 25 a 35 casos por 1.000 habitantes/año en la población mayor de 65 años. Normalmente se asocia a una elevada mortalidad y es una causa frecuente de atención urgente e ingreso hospitalario", indicó Cantale.

El especialista indicó que "la fuerte incidencia de neumonía en los adultos mayores se ha relacionado con una serie de cambios fisiológicos, asociados al envejecimiento en el aparato respiratorio (disminución del reflejo tusígeno y del aclaramiento mucociliar) e inmunitario (tanto innato como adaptativo) sumado a otras razones clínicas y sociales (pérdida de piezas dentarias, trastornos en la deglución, desnutrición, institucionalización) y de diferentes enfermedades crónicas (diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca crónica, cáncer e insuficiencia renal crónica)".

"Lo antedicho conlleva a que los adultos mayores sean más vulnerables al desarrollo de infecciones, entre ellas la neumonía, aumentando su riesgo de complicaciones y así la m
morbimortalidad", añadió el experto.

Atención, vacunación e higiene dental

La atención a los adultos mayores, frente a esta enfermedad, es más compleja, asociándose a retrasos en el diagnóstico y tratamiento, mayor solicitud de pruebas complementarias, riesgo elevado de eventos adversos, tiempos de estancia más prolongados e índice de internación más alto.

"Frente a este panorama, la vacunación ha demostrado reducir los casos de muerte así como las complicaciones, por lo que es importante cumplir con las indicaciones de la Vacuna Antigripal anualmente y también de la Vacuna Antineumococcica cada 5 años en todos los mayores de 65 años antes del inicio de la etapa invernal", señaló Cantale.

El médico comentó que "se ha encontrado, a su vez, una asociación entre los patógenos respiratorios y el estado dental (la presencia de enfermedad periodontal, el número de piezas dentarias ausentes en el paciente)".

"Las estadísticas han mostrado que los adultos mayores, en especial aquellos institucionalizados, tienen un descenso de las complicaciones respiratorias cuando el paciente recibe higiene mecánica y química bucal. Se recomienda higiene oral mediante limpieza mecánica diaria (cepillado y lavado con esponja de la mucosa y labios 2 veces al día, así como hilo dental una vez al día)", añadió.

Alimentación y medicaciones

También es importante la alimentación y las medidas posturales (elevación de la cabecera de la cama y permanecer en dicha postura hasta 2 horas después de finalizar la ingesta), consistencia de la alimentación y prevención del reflujo gastroesofágico.

En el mismo sentido es importante evitar todas aquellas medicaciones que pueden potenciar las aspiraciones, como los sedantes, y especialmente los antipsicóticos. Otras medidas de prevención son la movilización precoz, el tratamiento de la patología crónica como la diabetes mellitus o la insuficiencia cardiaca, el mejoramiento del estado nutricional y la abstinencia del tabaco.

Además de las medidas mencionadas, es importante evitar el hacinamiento, estimular la ventilación de los ambientes permitiendo el ingreso del sol, evitar la exposición al frío saliendo al exterior en horarios diurnos y en los momentos más cálidos, y ante síntomas como tos, catarro, dolor al tragar, cansancio inexplicado, inapetencia o dolor corporal generalizado consultar al médico tempranamente.

"En esta época de frío, nada mejor que una buena prevención para evitar o por lo menos disminuir la neumonía en los adultos mayores", concluyó.