La vacuna contra la diarrea infantil por rotavirus ya se encuentra disponible en la Argentina y es la única herramienta conocida para prevenir una enfermedad, que en nuestro país, provoca la muerte de un niño cada tres días.
Esta enfermedad se caracteriza por la "evacuación frecuente de heces acuosas y vómitos explosivos" y, según las estadísticas, en Argentina uno de cada tres niños debe realizar una consulta médica y más 60 lactantes deben ser hospitalizados por día a raíz de estos síntomas.
El rotavirus produce infección intestinal y deshidratación que conllevan a una importante "morbi-mortalidad en el lactante". Un niño afectado por esta enfermedad puede presentar de 10 a 20 episodios de diarrea en un día.
La diarrea infantil se disemina muy fácilmente, independientemente de la condición socioeconómica de las personas, es decir que cualquier niño puede contagiarse. La vía de transmisión más importante de este virus es fecal–oral y, tanto los niños como los adultos pueden contagiarse si las heces entran en contacto con el agua potable, los alimentos, las manos, los utensilios o las superficies que se emplean para preparar los alimentos.
Sin embargo, las medidas higiénicas no son un 100 por ciento efectivas para prevenir este tipo de infección, por lo que la vacuna contra el rotavirus es la única forma eficaz de prevenir la enfermedad.
El índice de infección y mortalidad por esta condición es altísimo en los países en desarrollo y se estima que todos los niños tendrán este tipo de infección antes de que cumplan los 5 años de edad y apróximadamente uno de cada 250 niños morirá por esta razón.
En Argentina se calcula que se internan más de 22.000 niños por año a consecuencia de la infección con este virus y un niño muere cada 3 días a causa de la enfermedad.
La nueva vacuna oral de origen humano con virus vivos atenuados, ofrece una protección total frente a los episodios más graves de diarrea infantil por rotavirus.