La obesidad, epidemia a nivel mundial y presente en el 18% de la población argentina, afecta tanto la salud como la vida emocional de quien la padece. El éxito de una cirugía bariátrica depende del compromiso de por vida del paciente por cambiar sus hábitos y actitudes y sostener la consulta médica y el apoyo nutricional y psicológico. Una persona con obesidad mórbida operada se convierte en un paciente crónico.
La obesidad, epidemia a nivel mundial y presente en el 18% de la población argentina, afecta tanto la salud como la vida emocional de quien la padece. El éxito de una cirugía bariátrica depende del compromiso de por vida del paciente por cambiar sus hábitos y actitudes y sostener la consulta médica y el apoyo nutricional y psicológico. Una persona con obesidad mórbida operada se convierte en un paciente crónico.
Alejandro L. Grigaites, director del Programa Unidades Bariátricas, indicó que la cirugía bariátrica "es una herramienta para el tratamiento de la obesidad severa o mórbida y se trata de un procedimiento quirúrgico que sirve para manejar los desórdenes de alimentación excesiva. Es considerada una herramienta y estrategia global para lograr mejorar la salud de las personas con obesidad".
"A pesar de que la cirugía reporta numerosos beneficios con bajo riesgo quirúrgico y post quirúrgico, no todas las personas son aptas para realizársela. El médico deberá analizar diferentes variables antes de tomar la decisión de realizar la cirugía. Son candidatos a cirugía aquellos pacientes que tengan un IMC (índice de masa corporal) mayor a 40 o menor a 40 con enfermedades de distinta gravedad asociadas a la obesidad", comentó Grigaites.
El especialista indicó que "el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso conlleva gran dificultad por su complejidad y cronicidad siendo necesario introducir cambios permanentes en los hábitos de vida relativos a la alimentación y a la actividad física, lo que repercute en la vida familiar, social, laboral y sexual. En efecto, una vez realizada la cirugía bariátrica, el paciente deberá tomar conciencia que tanto los cambios de hábitos como los controles médicos de seguimiento son fundamentales para lograr una correcta evolución de la salud".
Remarcó además que "es importante que el paciente se realice controles periódicos de modo de monitorear la adaptación del metabolismo a este nuevo estado".
"En la experiencia se observa que aquellos pacientes que tienen contacto directo con el equipo interviniente durante los años posteriores a la cirugía presentan mejores resultados de descenso de peso. Durante estas visitas con el profesional se evaluarán distintos aspectos, como la pérdida de peso, la tolerancia al alimento y su estado anímico, y el sostenimiento del cambio de hábitos. Un punto importante es la evaluación del estado nutricional del paciente ya que esta clase de intervenciones pueden generar deficiencias nutricionales, entre las más comunes se encuentran el hierro, calcio, vitamina B12, tiamina y ácido fólico. Es normal que luego de una cirugía bariátrica el paciente deba incorporar a su dieta multivitamínicos recetados por cada profesional dependiendo de cada caso específico", dijo.
Por otro lado, Grigaites señaló que "el paciente requiere de un asesoramiento psicológico antes, durante y posterior a la intervención para lograr el cambio real y profundo. Previo a la operación, se debe realizar una evaluación de los aspectos sociales, personales y psiquiátricos".
"Posterior a la cirugía, la persona debe continuar con el apoyo psicológico y el apoyo emocional del entorno familiar continuo para alcanzar la estrategia global que tiene como objetivo final mejorar la salud general de las personas. Pero todo esto tiene una realidad incontrastable: la decisión de cambio de hábitos y el sostenimiento de los mismos a través del tiempo están íntimamente relacionados con los resultados a largo plazo. Es decir, el protagonista principal de esta historia es el paciente y es él quien determina su resultado según su propio esfuerzo", indicó.
La movilización interna y el cambio corporal impactan en la vida familiar, social, laboral y sexual de la persona por lo que debe comprometerse con un tratamiento multidisciplinario que acompañe al paciente obeso recuperado de quién depende el éxito final.