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Signos de la pérdida de audición en la Tercera Edad
A medida que nuestra edad avanza, empezamos a notar ciertas condiciones que muchas veces minimizamos porque pensamos que son naturales de la vejez.
4 de julio de 2014
A medida que nuestra edad avanza, empezamos a notar ciertas condiciones que muchas veces minimizamos porque pensamos que son naturales de la vejez. Sin embargo, prestar atención a las señales y realizar una consulta profesional para recibir un diagnóstico y tratamiento, mejora considerablemente nuestra calidad de vida, sobre todo cuando estas afecciones dificultan nuestro ánimo y la relación con los demás.

La pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento recibe el nombre de presbiacusia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres personas mayores de 65 años tiene pérdida de audición, es decir, 165 millones de personas en todo el mundo. Actualmente, se desconocen las causas exactas de la presbiacusia, sin embargo, se la considera hereditaria ya que parece aquejar a unas familias más que a otras.

“A medida que envejecemos, el tímpano va perdiendo elasticidad y las uniones entre los huesecillos del oído medio se van endureciendo, perjudicando la transmisión del sonido. En tanto que, en el oído interno, la cantidad de células ciliadas disminuye, por eso perdemos la capacidad para comprender el habla cuando hay ruido de fondo. La presbiacusia no es reversible y se manifiesta generalmente a partir de los 60 años de edad, sin embargo, puede tratarse con la utilización de audífonos y dispositivos de ayuda auditiva, que contribuyen a mejorar la audición y la socialización, lo que evita la frustración y el aislamiento que experimentan muchos adultos mayores en esta condición”, explica la Fonoaudióloga Alicia Zubizarreta (MN 505), Asesora Audiológica de Widex Argentina.

En este sentido, la especialista agrega que “frente a esta afección el uso de audífonos es el tratamiento acertado. Hoy en día, gracias al desarrollo tecnológico alcanzado, existen diversos modelos y la mayoría de ellos cuentan con una gran variedad de posibilidades, parámetros y características que favorecen a la compensación de casi todas las pérdidas auditivas. Asimismo, es posible adaptarlos en forma personal e individual de modo que cada usuario pueda alcanzar un sonido nítido, natural y agradable”.

Detectar el problema de audición
En general, si enfrenta algunas de las siguientes situaciones, se recomienda realizar una consulta con un especialista para que, por medio de una serie de estudios de audición, identifique si se trata de una pérdida auditiva:
• Tiene que pedir a su interlocutor que le repita lo que ha dicho.
• Pone el volumen del televisor a un nivel que resulta muy alto para los demás.
• Tiene dificultades para entender las conversaciones telefónicas.
• Siente que las personas susurran o no hablan claro.
• Se esfuerza mucho para entender una conversación, especialmente cuando varias personas hablan a la vez.
• Lo culpan de no prestar atención cuando le hablan o de hablar muy fuerte.
• Tiene problemas para comprender cuando hay ruido de fondo.
• Tiene problemas para entender cuando hablan mujeres o niños.
• Oye con frecuencia silbidos o zumbidos en los oídos.

Prevención
Ciertas recomendaciones pueden servir para prevenir o retrasar la disminución auditiva a causa de la edad:
• No exponerse a ruidos altos o utilizar protectores auditivos en caso de no poder evitarlos.
• No introducir en los oídos objetos o líquidos que no sean prescriptos por un profesional.
• Consultar al médico en caso de dolor o supuración del oído.
• Evitar el cigarrillo
• Hacer ejercicio con regularidad y llevar una dieta saludable.

De esta manera se evitan enfermedades como la hipertensión y la diabetes, que predisponen a la pérdida de audición.
Por todo lo expuesto, la recomendación es visitar anualmente al especialista en salud auditiva, a partir de los 60 años de edad, para determinar el tratamiento adecuado.