Se realizaron con éxito los dos primeros implantes de válvula aórtica por vía transapical, es decir por la punta del corazón en lugar de ingresar por vías tradicionales como la femoral.
Se realizaron con éxito los dos primeros implantes de válvula aórtica por vía transapical, es decir por la punta del corazón en lugar de ingresar por vías tradicionales como la femoral.
“Con esta nueva técnica, más pacientes con estenosis aórtica severa que por su alto riesgo quirúrgico no son candidatos a la cirugía convencional de reemplazo valvular, podrán ser tratados con un procedimiento mini invasivo en el ICBA”, sostiene el Dr. Daniel Navia, Jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca.
La estenosis valvular aórtica
Se trata de la valvulopatía más frecuente y se caracteriza por el estrechamiento u obstrucción de la válvula aórtica del corazón que impide que ésta se abra adecuadamente, bloqueando el flujo de sangre hacia la aorta. Su prevalencia aumenta con los años siendo del 3-4% a los 70 años y del 15% a los 85 años.
Actualmente la cirugía de reemplazo valvular es el tratamiento de elección. Sin embargo, aproximadamente un 30% de los pacientes quedan excluidos de esta alternativa terapéutica por presentar un alto riesgo quirúrgico dado por ejemplo, por tener edad avanzada.
Es por ello que fieles al principio de “trabajar en pos del bienestar del paciente”, desde el año 2009 en el ICBA se inició el Programa de Implante Valvular Aórtico por catéter, destinado a la evaluación y tratamiento multidisciplinario del paciente con estenosis aórtica severa y alto riesgo quirúrgico.
Este programa es liderado por nuestro Centro de Valvulopatías, “cuya misión es la atención del paciente con enfermedad valvular cardíaca, que dada su complejidad y la gran variedad de técnicas para el diagnóstico y tratamiento requieren de una evaluación multidisciplinaria para definir la mejor terapéutica a seguir”, enfatiza el Dr. Navia.
Está conformado por especialistas de varias disciplinas cardiovasculares: hemodinamistas, cirujanos, cardiólogos clínicos y especialistas en imágenes, quienes consensuan las decisiones basadas en la aplicación de guías clínicas internacionales, la experiencia y el juicio clínico.
En este marco, en los últimos años se realizaron numerosos implantes valvulares percutáneos por vía femoral, es decir a través de una pequeña incisión en una arteria de la ingle (denominado acceso femoral), con resultados comparables con las series internacionales tanto a corto como a largo plazo. Sin embargo, existen pacientes que presentan enfermedad vascular en las arterias de las piernas lo que impide que la válvula pueda ser implantada desde el acceso femoral.
“Hasta el día de hoy a estos pacientes no podíamos brindarle otra alternativa terapéutica y sin intervención alguna, la progresión sintomática produce gran discapacidad y un elevado riesgo de vida”, afirma el Dr Jorge Belardi, Director del Departamento de Cardiología y Consultor del Servicio de Cardiología Intervencionista del ICBA.
El Centro de Valvulopatías está en permanente contacto con el Heart Center del Hospital Universitario de Hamburgo, prestigiosa institución donde se han capacitado nuestros profesionales. “Nos hemos entrenado con el Dr. Hendrik Treede (referente mundial de esta técnica), quién ademas ha estado presente en nuestras dos primeras intervenciones, que han resultado un gran éxito. Los pacientes están estables y en pronta recuperación para poder irse a sus casas “ destaca el Dr. Daniel Navia.
El procedimiento
Se trata de un procedimiento novedoso donde el cirujano llega a la punta del corazón realizando una pequeña incisión entre las costillas del lado izquierdo del tórax (minitoracotomia lateral), figura 1. Ingresando entonces desde la punta del corazón y en un trabajo multidisciplinario entre cirujanos y hemodinamistas se hace llegar la válvula que se encuentra montada sobre un stent de metal autoexpandible y que avanza dentro de un catéter (dispositivo tubular) hasta el lugar del implante. La nueva válvula está formada por dos lineas de stents flexibles (figura 2): la externa funciona como una especie de fijación y la interna porta la válvula de pericardio porcino. Los tamaños pueden variar de 23 a 27 mm y se eligen según las características propias del paciente.
“Los pacientes que hemos intervenido tienen muy deteriorado todo su sistema vascular, no era viable el ingreso transfemoral o transaórtica. Sin la vía transapical no podríamos haberles dado una solución a sus estenosis valvulares aórticas”, dice Navia.
Este avance consolida el liderazgo del ICBA como un centro innovador que ofrece soluciones percutáneas a la estenosis valvular aórtica evitando la cirugía cardíaca tradicional.