Bajo el lema que propone la Sociedad Internacional de Nefrología “Los riñones envejecen…como usted”, el 13 de marzo se celebró el Día Mundial del Riñón, en otra jornada donde se recordó la importancia de prevenir enfermedades crónicas renales.
No sólo nuestra edad afecta la función de los riñones, sino también la forma en la que vivimos cada año, y qué calidad de sangre se le ofrece a filtrar al riñón en el día a día.
“La baja ingesta de agua y líquidos en general, el alto consumo de sal en la dieta, las dietas grasosas y con alto contenido de azúcares, el tabaquismo, el consumo de medicamentos nocivos –en general muchos de los de “venta libre”- son algunos de los factores que también contribuyen a un envejecimiento precoz de la función renal”, afirmó Hernán Trimarchi, Jefe de Nefrología del Hospital Británico.
A este fenómeno se lo ha denominado gerontolización de la nefrología, y obedece a un fenómeno natural. No obstante, lo más preocupante es que se están advirtiendo casos de pacientes que a los 50 años tienen riñones de un individuo de 65 o 70 años.
Esto se debe a que los malos hábitos de la juventud, conllevan a la aparición de diabetes e hipertensión arterial, dos serias amenazas que atentan contra la función normal del riñón y a las que se les adjudica el 65% de todas las causas de insuficiencia renal crónica terminal y de ingreso a diálisis.
Según la Sociedad Internacional de Nefrología aproximadamente 1 de cada 10 personas tienen algún grado de Enfermedad Renal Crónica. Se puede desarrollar a cualquier edad aunque se vuelve más común con la edad.
Después de los 40 años, la filtración del riñón comienza a caer en aproximadamente un 1% por año. En la cima del envejecimiento natural de los riñones, muchas condiciones que dañan los riñones son más comunes en las personas mayores como la diabetes, presión arterial alta y enfermedades del corazón.
Esto es importante porque ERC aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, y en algunos casos puede progresar a insuficiencia renal que requiere diálisis o trasplante. Independientemente de su edad, tratamientos simples pueden reducir el progreso de la enfermedad renal, prevenir las complicaciones y mejorar la calidad de vida.
“El envejecimiento renal es, entonces, un fenómeno natural, pero que puede ser provocado en forma prematura y silenciosa por la falta de cuidados a lo largo de los años. Silenciosa, porque el riñón rara vez se manifiesta con síntomas específicos de daño hasta etapas avanzadas. Estos simples cuidados ayudarán -junto a un control médico anual- a disminuir la tasa creciente de enfermedad renal”, concluyó Trimarchi.