Los dolores provocados por las malas posturas (de cuello, cintura, espalda) suelen ser tan insoportables como evitables. Para ello es necesario tener en cuenta como afrontar una jornada de trabajo en la que, casi con seguridad, uno debe estar sentado ocho horas frente a una computadora.
Esta más que claro que la vida sedentaria no es buena y suele traer perjuicios musculares y óseos, así como también sobre los aparatos cardíaco y respiratorio. Por lo tanto, cuando uno tiene que trabajar, los médicos recomiendan cambiar de posición a la hora de sentarse, ya que no hacerlo suele instalar problemas posturales, contracturas y acortamientos de grupos musculares, lo que genera molestias y dolor.
"Hacer actividad física es primordial a la hora de evadir las molestias propias de una mala postura. Tener cada una o dos horas dos o tres minutos de ejercicios de elongación puede llegar a evitar que se instale ese tipo de problemas", explicó Jaime Macadam, médico especialista en rehabilitación y medicina del deporte a cargo del Servicio de Rehabilitación del Hospital Británico.
Cuando ya se siente dolor y es inevitable seguir en la postura que lo causó debido a que se trata de la adoptada durante la jornada laboral, los tratamientos de kinesiología y ejercicios son lo más aconsejado, así como la aplicación de medicación en el caso de que sea necesario para salir del punto doloroso. Una vez que se completa la fisioterapia se debe trabajar para mantener la corrección. "La ejercitación periódica es lo mejor para prevenir" estas dolencias, según remarcó el especialista quien destacó que la persona que prevé que va a estar muchas horas en la misma posición "debe tener una rutina de ejercicios efectivos para romper la monotonía de postura". Así es que hacer actividad física regularmente fuera del horario de trabajo también ayudará a evitar el estrés laboral.
Es importante tener un asiento adecuado -ni muy alto ni muy bajo-, que permita que los pies lleguen al piso y con buen respaldo (hasta el vértice de los omóplatos). Además, si bien la parte del asiento de la silla debe ser amplia, no deberá serlo tanto como para "comprimir la zona posterior de la rodilla", donde se ubican nervios, vasos y venas que hacen a la correcta circulación.
El escritorio también debe tener la altura adecuada, de modo que los hombros no estén contracturados (si es alto, fuerza una mala postura de toda la cintura escapular y trae molestias dado que fuerza a los hombros a permanecer "encogidos").
En ese sentido, la computadora también deberá estar a una altura adecuada "para que la cabeza no esté ni hacia arriba ni hacia abajo", sino a la altura de la vista.