Con la llegada de los climas cálidos, se acentúa el deseo de disfrutar del sol y el aire libre. Por eso conviene tener presente algunos recaudos antes de salir de casa, sobre todo con los más chiquitos de la familia.
Con la llegada de los climas cálidos, se acentúa el deseo de disfrutar del sol y el aire libre. Por eso conviene tener presente algunos recaudos antes de salir de casa, sobre todo con los más chiquitos de la familia.
¡Cuidado con el calor!
· Los bebés y los niños pequeños son muy sensibles a los efectos del calor extremo; nunca hay que dejarlos en un auto estacionado, aunque las ventanillas estén abiertas.
· Es importante vestir a bebés y niños con ropa suelta, ligera y de colores claros.
· Hidratar permanentemente a los más pequeños.
Exposición solar:
· Elegir la sombra
· Usar ropa como fotoprotección (gorros, sombreros, anteojos, remeras).
· Evitar el sol del mediodía (entre las 10 y las 16).
· No exponer en forma directa a menores de 1 año.
· Ante exposiciones indirectas ocasionales, a partir de los 6 meses de vida se pueden usar protectores solares (antes no).
· Usar cremas con un factor de protección solar mínimo de 15, de amplio espectro (contra rayos UVA y UVB). Hay que cubrir la totalidad de la piel expuesta y renovarla cada 2 horas o luego de mojarse.
· Recordar que las nubes dejan pasar el sol y que la arena, el agua y la nieve aumentan su acción.
Repelentes contra los mosquitos en niños pequeños:
· Los productos que contienen DEET (N,N-dietil-m-toluamida) son los repelentes más eficaces contra los mosquitos. La Academia Americana de Pediatría sugiere usar repelentes con concentraciones bajas de DEET (30% o menos) en los niños pequeños. Se desaconseja su uso en los menores de seis meses (a lo sumo se puede usar un repelente a base de citronela sobre la ropa).
· Aplicar el repelente en tus propias manos y después frotarlas en el cuerpo o la ropa de tu hijo. Evitar aplicarlo en los ojos y la boca y usarlo cuidadosamente alrededor de los oídos. Nunca hay que aplicar el repelente en las manos de los niños (suelen llevarlas a la boca con frecuencia) ni en piel irritada, cortada o quemada.
· La concentración de DEET puede variar y la duración de la protección depende de la concentración. Un producto con DEET al 10% protege durante unas 2 o 3 horas; en cambio, al 25% la protección es de 6 horas en promedio. Es preferible utilizar los productos de menores concentraciones y si se sigue expuesto a los mosquitos repetir la aplicación cada 2 horas. Tratar de colocar el DEET sólo una vez al día.
· Si se aplica repelente sobre la piel con protector solar, conviene hacerlo 10 minutos más tarde que la crema fotoprotectora. Esto es para evitar que el repelente quede cubierto por el protector solar lo que genera una mayor absorción del mismo con riesgo de intoxicación.
· Proteger la cuna o cochecito del bebé con tul o alguna red para mosquitos cuando se está al aire libre.
Alimentación en verano
· Más allá de mantener a tu bebé en lugares frescos y ventilados, la clave para proteger a los bebés de las altas temperaturas está en su alimentación.
· Lactancia - En verano y especialmente durante los días de intenso calor, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) aconseja incrementar la frecuencia y/o duración de la toma de cada pecho ante la necesidad de mantener hidratado al bebé.
· En los casos en los que la lactancia materna por algún motivo resulta insuficiente o no es posible, lo ideal es suplementarla o suplantarla con las llamadas fórmulas infantiles. A la hora de preparar un biberón con una fórmula infantil en polvo, la Asociación de Empresas de Nutrición Infantil (ANI) señala que como ésta no es estéril lo ideal es elaborarla y consumirla en el momento; y que esa leche ya preparada no puede estar más de 1 hora a temperatura ambiente, ni ser congelada.
· Nunca hay que conservar la leche sobrante de una mamadera en la heladera o calentar la fórmula ya que los cambios reiterados de temperatura pueden favorecer que las bacterias se reproduzcan a niveles no aptos para la salud del bebé.
· En el caso de las leches líquidas puede conservarse lo que quedó en el brick, sin haber sido trasvasado al biberón, siempre que se refrigere inmediatamente según el tiempo establecido por el fabricante en el rótulo del producto.