La alimentación en los primeros 2 años de vida es la clave para que un niño se transforme en un adulto saludable
En términos de nutrición, los primeros 1.000 días –que se extiende desde la concepción hasta finalizar el 2do año de vida- son determinantes para la salud de los siguientes 80 años.
Sin embargo, todavía falta tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar la alimentación de los más pequeños: sin ir más lejos, en la Argentina, el primer año de vida de un niño se caracteriza por una práctica de lactancia materna insuficiente (a los seis meses, el 30% ya no es amamantado) y una inadecuada introducción de los alimentos complementarios a partir del sexto mes, algo que se refleja en la presencia de anemia en el 30% de los menores de 2 años y a la vez configura un riesgo para el inicio temprano de sobrepeso.
“Abandonar tempranamente la lactancia materna, introducir muy pronto leche de vaca a la dieta, y una pobre alimentación complementaria a partir del sexto mes, pueden afectar el normal desenvolvimiento nutricional en el primer año de vida e iniciar un camino hacia el sobrepeso, que hoy afecta a un tercio de los menores de 6 años y el 40% de los niños en edad escolar”, grafica el Lic. Sergio Britos, profesor asociado de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina (UBA) y director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), institución que organizó el simposio “Nutrición en los 1.000 días críticos: ¿qué sabemos, qué hay que revisar?”, con el objetivo de generar conciencia sobre una problemática que de no resolverse puede tener consecuencias graves.
“Luego del abandono de la lactancia es común el exceso de calorías en la dieta y la temprana introducción de leche de vaca (antes del año) es un factor de sobrecarga renal de proteínas y de sodio y, a la vez, es común el déficit de hierro, de calcio, vitaminas A, C y ácidos grasos esenciales”, explica Britos, quien resalta la importancia del encuentro que se realizó este jueves 24 de octubre en la UCA (Universidad Católica Argentina) con el apoyo de ANI, del que participaron más de 500 profesionales relacionados con la nutrición infantil.
El simposio contó con la disertación destacada del Dr. Eduardo Atalah, consultor en Nutrición y Salud Pública del Ministerio de Salud de Chile y ex presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición y otros prestigiosos especialistas que brindaron un mejor conocimiento de los requerimientos nutricionales en ese período de la vida; se recomendaron prácticas para aconsejar a las madres en relación con el sostenimiento de la lactancia, el correcto y oportuno uso de las fórmulas infantiles y las mejores prácticas en alimentación complementaria, entre otros temas.
El Dr. Atalah presentó la interesante experiencia chilena, país que en los últimos años ha reformulado sus políticas materno-infantiles identificando los mejores productos para la nutrición de mujeres embarazadas y niños menores de 2 años, los que son distribuidos a través de la red de centros de atención primaria.
Argentina mantiene sin cambios desde hace 10 años su política de distribución de leche de vaca fortificada con hierro, cuando es conocido que además del hierro existen otras deficiencias que comprometen la nutrición de nuestros niños.