Más de 300 profesionales de la salud participan del 4° Encuentro Internacional sobre Enfermedades Olvidadas y XVI Simposio sobre Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores, que se realiza en Buenos Aires, organizado por la fundación Mundo Sano. Referentes internacionales coincidieron en señalar que las enfermedades desatendidas están ganando atención de las autoridades sanitarias de todo el mundo debido al impacto que generan las migraciones.
Más de 300 profesionales de la salud participan del 4° Encuentro Internacional sobre Enfermedades Olvidadas y XVI Simposio sobre Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores, que se realiza en Buenos Aires, organizado por la fundación Mundo Sano. Referentes internacionales coincidieron en señalar que las enfermedades desatendidas están ganando atención de las autoridades sanitarias de todo el mundo debido al impacto que generan las migraciones.
El caso de la enfermedad de Chagas resulta emblemático: la Organización Mundial de la Salud estima que en Europa podrían ser más 100 mil infectados y como mínimo son 60 mil. El Chagas puede provocar trastornos cardíacos, digestivos, e incluso, la muerte.
Además de abordar el estado de situación y avances en materia de diversas enfermedades reemergentes, como el dengue y la leishmaniosis, este año el debate se centra en el impacto sanitario que generan los movimientos migratorios.
“El Chagas está siendo una enfermedad atendida. No es un tema resuelto, pero ya dejó de ser una mera intención y eso es un cambio profundo”, reflexionó la doctora Silvia Gold, Presidente de Mundo Sano, durante la apertura del encuentro.
“Mundo Sano organizó un evento en Estados Unidos en el marco de la iniciativa Unidos para combatir las enfermedades desatendidas, donde surgió el interés de registrar el medicamento para el Chagas en ese pais. Ya tuvimos una primera reunión con la FDA (Food and Drug Administration) para hablar del posible registro y fue muy impactante que nos digan que entienden la necesidad del medicamento porque reconocen al Chagas como un problema de la salud pública. Obtener el registro es un trabajo difícil, pero creemos que vamos a lograrlo”, concluyó.
Por su parte, el doctor Gabriel Yedlin, secretario de Políticas del Ministerio de Salud de la Nación, resaltó la articulación con sector académico, las organizaciones internacionales, las sociedades científicas y de la Organización Panamericana de la Salud. “Las articulación público privada potencia el trabajo y permite tomar decisiones más precisas y realizar mejores inversiones”.
Las enfermedades desatendidas: una amenaza global
“Trabajar en Europa con la enfermedad de Chagas no es sencillo, porque no es considerada un área endémica. A nivel general, no hay una legislación que rija para la prevención de la transmisión del Trypanosoma cruzi a través de las donaciones de sangre. Sólo hay normas o directivas al respecto en España, Francia, Gran Bretaña y Suecia”, precisa la Dra. Miriam Navarro Beltrá, investigadora y responsable de proyectos de Mundo Sano España.
“Otra dificultad radica en que es muy baja la percepción del riesgo por parte de las comunidades afectadas. A ésto se suma que no todos los centros de salud les ofrecen programas de cribado y que muchos de los profesionales de la salud no tienen experiencia en el diagnóstico y manejo de pacientes con Chagas. Por eso, es crucial realizar actividades de sensibilización y capacitación para profesionales”, concluye.
De acuerdo a la publicación especializada Eurosurveillance, sólo se diagnostica el 6% de los casos. Es por eso que entre 1999 y 2009, se confirmaron unos 4.000 casos, de los cuales 3.617 se diagnosticaron en España; 28 en Gran Bretaña; 114 en Italia; 180 en Suiza; 111 en Francia; 19 en Bélgica; 2 en Alemania; 8 en Portugal y 7 en Holanda.
La situación en España
España es el país europeo con mayor número de migrantes, ya que representan un 12,1% de la población total. De acuerdo al censo de 2011, viven en España más de 1,5 millones de latinoamericanos (el 55% son mujeres), de los cuales casi 200 mil proceden de Bolivia. Los especialistas estiman son 42 mil los adultos infectados con Chagas, que más del 60% de los casos se diagnostican en mujeres en edad fértil y que unas 17 mil personas van a requerir de atención médica por cardiopatía chagásica.
“En España, desde el 2005, se controlan las donaciones de sangre, los bancos de tejidos y el trasplante de órganos sólidos. Aún no hay un protocolo oficial a nivel nacional para controlar la transmisión vertical, ya que sólo tres comunidades autónomas tienen regulado el cribado a madres gestantes. Estos protocolos son esenciales para la prevención secundaria de la transmisión congénita, junto a las acciones de educación para la salud”, asegura Navarro Beltrá.
“El aumento de información sobre la enfermedad de Chagas, la búsqueda activa de personas en riesgo -a través de programas adaptados a la población migrante- y la actuación de asociaciones de pacientes contribuye a la reducción del subdiagnóstico y por ende a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Sin embargo, no resulta sencillo llegar a la población afectada porque muchas veces su situación es irregular y se dificulta el acceso al sistema sanitario”, señala Sonia Tarragona, Directora General de la fundación Mundo Sano.
Desde diciembre de 2012, el benznidazol –una de las principales drogas para tratar la enfermedad de Chagas- que se produce en Argentina bajo el nombre de Abarax, se exporta a España. Se trató de una iniciativa público privada que reunió a Mundo Sano, el Ministerio de Salud de la Nación y las compañías Maprimed y Elea para desarrollar el medicamento tras una crisis de abastecimiento a nivel global.
En lo que va del 2013, 94 centros de España prescribieron el Abarax, siendo tratadas más de 1.800 personas. El medicamento se distribuye como medicación extranjera o lo brinda el hospital, tras solicitarlo a la Agencia Española del Medicamento.
El trabajo con las comunidades de migrantes: Formar mediadores interculturales
En el marco de sus actividades de promoción del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Chagas, Mundo Sano lanzó el programa Madres comprometidas con la enfermedad de Chagas con el objetivo de formar a mujeres infectadas –provenientes del área endémica y residentes en Madrid- como agentes de salud capaces de desarrollar acciones de sensibilización y actividades comunitarias.
La capacitación consta de 12 módulos (salud materno infantil, enfermedad de Chagas, aspectos legales de la inmigración, el sistema sanitario español y mediación, counseling y comunicación, entre otros) impartidos en hospitales donde atienden consultas de Chagas, centros sanitarios con experiencia en la atención a migrantes, centros de participación e integración de Madrid y otras organizaciones no gubernamentales.
“El último objetivo es que ellas mismas pongan en marcha actividades comunitarias de información y sensibilización sobre la enfermedad de Chagas, tanto aquí como en sus países de origen. En 2013, cuatro mujeres de Bolivia concluyeron el curso”, apunta Miriam Navarro. Una de ellas es Briggitte Jordan, quien vino a Buenos Aires a contar su experiencia y dar cuenta de cómo es vivir con Chagas. Tras tratarse con benznidazol, a los 26 años fue madre de una nena que nació libre del parásito que causa la enfermedad.
“Es importante difundir el mensaje de que la enfermedad de Chagas se puede diagnosticar y tratar en España. Uno de los aspectos novedosos de este programa es que estas mujeres están preparadas para ser mediadoras interculturales. Nuestro Programa de Madres Comprometidas está destinado a acompañar a las personas a una consulta médica, contenerlas, aclararle dudas y asistirlas para que el tratamiento sea exitoso. La iniciativa será replicada en Barcelona en 2014 y también lo estamos iniciando en Argentina”, concluye Sonia Tarragona.
Aspectos generales de la enfermedad de Chagas
La enfermedad de Chagas es producida por el Trypanosoma cruzi, parásito que transmiten las vinchucas, un insecto que habita principalmente en zonas rurales y periurbanas. La vinchuca se alimenta con sangre de personas o animales infectados: cuando una vinchuca infectada pica e inmediatamente defeca, deposita los parásitos que causan la enfermedad sobre la piel de la persona. A través de las lesiones en la piel, los tripanosomas ingresan al organismo.
Después de la infección suelen presentarse algunos síntomas como fiebre, cansancio e inflamación de ganglios, lo que se conoce como el periodo agudo de la enfermedad. Posteriormente no se observan síntomas hasta que luego de un número variable de años se manifiesta la fase crónica de la enfermedad mediante problemas generalmente cardíacos, digestivos o neurológicos, que pueden ser de gravedad. Otras vías de transmisión son las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos infectados; las mujeres infectadas pueden transmitir el parásito a sus bebés.
La Organización Mundial de la Salud estima que hay entre 8 y 10 millones de infectados en todo el mundo y que una de cada tres personas desarrollará la enfermedad.