El omalizumab ya había demostrado sus beneficios en ensayos clínicos previos a su lanzamiento. Es una posibilidad terapéutica efectiva para muchos pacientes que presentan asma de difícil control.
Los datos de un estudio realizado "en la vida real" mostraron que omalizumab, una droga aprobada hace poco tiempo para el Asma de Difícil Control (ADC), disminuye la utilización de recursos sanitarios y la cantidad de días de ausentismo escolar o laboral en pacientes con ADC.
Los resultados, que ya habían sido publicados en una revista especializada internacional, se presentaron como trabajo libre en el marco del 36° Congreso Anual de Alergia e Inmunología de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC), que se realizó en Buenos Aires del 15 al 17 de agosto.
El asma es una enfermedad caracterizada por dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos. Unos 300 millones de personas de todas las edades sufren de asma en el mundo, entre las cuales 250 mil mueren por año por sus consecuencias. Un grupo de pacientes padece asma de difícil control: en ellos, los síntomas no se reducen ni aún administrando las más altas dosis de las medicaciones tradicionales recomendadas por las últimas guías GINA.
El Dr. Ledit Ardusso, jefe del Servicio de Alergia e Inmunología del Hospital Centenario de Rosario y uno de los investigadores principales del ensayo, explicó que “en este estudio se incluyeron pacientes que ya estaban recibiendo omalizumab para su ADC, porque el médico consideraba que era necesario, por eso se lo llama ‘en la vida real’. Esto es muy diferente a los ensayos clínicos que se realizan con drogas antes de que salgan al mercado, en los que las mismas no están aún disponibles en las farmacias para ser indicadas por cualquier especialista”.
“Este estudio tuvo distintos objetivos, entre los que se encontraba evaluar el impacto económico de la enfermedad”, comentó el médico, quien además es profesor adjunto de Alergia e Inmunología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.
“El ADC es una enfermedad crónica que se lleva muchos recursos en salud; no se trata sólo de lo que gasta el paciente en medicación, sino también de las consultas no programadas al médico, la utilización de servicios de emergencia y las internaciones. Y también produce gastos al faltar el paciente a la escuela o al trabajo, con una pérdida de productividad”.
Durante la investigación con omalizumab, se siguió durante 24 meses a 943 pacientes de Argentina (22 pacientes); Bulgaria (12); Canadá (95); Chipre (20); Eslovaquia (204); Eslovenia (11); España (101); Filipinas (1); Holanda (156); Hungría (60); Portugal (62); República Checa (114); Rusia (65); y Taiwán (20).
Se los evaluó periódicamente en la semana 16 y en los meses 8, 12, 18 y 24 después del inicio del tratamiento con omalizumab. Se recabaron datos de su vida cotidiana, consultándoles si el asma les había impedido hacer una vida normal, si habían tenido ausentismo laboral o escolar y otros aspectos.
“Como resultado se observó que el paciente fue mejorando su calidad de vida, mientras los gastos en salud por tratarlo fueron disminuyendo”, destacó el Dr. Ardusso. Un ejemplo de ello son las hospitalizaciones, que fueron necesarias en apenas 6% de los pacientes estudiados, mientras que al inicio de la investigación eran necesarias en 37,7 por ciento de los casos.
Por su parte, el Dr. Miguel Ángel Bergna, médico especialista en Neumonología y Jefe de Consultorios Externos del Hospital Cetrángolo, Vicente López, manifestó que “los resultados hallados en este estudio fueron que, en la vida real, omalizumab disminuye la utilización de recursos sanitarios por parte de los pacientes, mejora la calidad de vida, reduce el ausentismo escolar o laboral y esto resulta en una disminución de los costos asistenciales”.
“Por otra parte, para esta población de asmáticos graves que tienen un alto consumo de medicamentos y un alto impacto en su calidad de vida, el tratamiento con omalizumab disminuyó sobre todo la utilización de corticoides tanto orales como inyectables, que tal como todos sabemos, utilizados a largo plazo tienen una serie de efectos colaterales que son indeseables; y mejoró significativamente la calidad de vida de estas personas. Por otra parte, otro de los efectos que se vieron, fue que omalizumab es una droga muy bien tolerada y con un muy buen perfil de seguridad”, completó el Dr. Bergna, quien también participó de la investigación.
“Hasta hace no muchos años había una limitación de medicamentos para tratar a éste tipo de pacientes; omalizumab representa una herramienta terapéutica adicional para pacientes con ADC que no se controlan adecuadamente con una medicación fácilmente accesible, permitiéndoles contar con un escalón más al cual “se pueden subir” en la escalera terapéutica disponible en la actualidad. Esta droga, sin duda alguna, representa una chance más para que los pacientes que presentan ADC puedan alcanzar una mejor calidad de vida”, concluyó el Dr. Ardusso.