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27 de diciembre de 2024
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El 40% de los argentinos duerme menos de 6 horas
Cada vez son más los que sueñan despiertos y se resisten a fantasear abrazados a la almohada. Quizá se deba a que, en los tiempos que corren, el ritual del sueño dejó de ser una prioridad.
25 de julio de 2013
Cada vez son más los que sueñan despiertos y se resisten a fantasear abrazados a la almohada. Quizá se deba a que, en los tiempos que corren, el ritual del sueño dejó de ser una prioridad.

Según datos difundidos por Drom-Cronobiología (www.dromcronobiologia.com.ar), primera compañía nacional orientada a promover la práctica de hábitos del sueño saludable a nivel corporativo, en la Argentina, la mayoría de los adultos, sólo duermen 6 horas por día. Entre las causas de este mal hábito se destacan el uso excesivo de computadoras, televisores y dispositivos móviles.

Además, el informe determina que se duermen 2 horas menos que hace 30 años y que los responsables de este cambio son, en gran medida, los avances tecnológicos, que hacen que el ser humano pierda la noción del tiempo y el espacio, perjudicando al organismo que no está preparado para esto.

En sintonía, según revela el último Barómetro de la Deuda Social, una investigación de la Universidad Católica Argentina (UCA) que incluyó un estudio de trastornos de sueño en una muestra de 5.626 adultos mayores de 18 años, existe un mayor porcentaje de hombres (17%) que de mujeres (13%) que duermen menos de seis horas, en tanto que la mala calidad de sueño afecta en mayor proporción al sexo femenino. Además, determinó que el 22% de la población manifestó experimentar somnolencia diurna.

Este síntoma es un fiel reflejo de la calidad del descanso, afectando a la mente (lapsos de atención, dificultad de aprendizaje, problemas de percepción del entorno, mayor probabilidad de cometer errores), el estado físico, la parte emocional (perdida de motivación, falta de energía, irritabilidad) e incrementando, hasta cuatro veces, la posibilidad de sufrir accidentes viales y laborales.

Estudios científicos de la Universidad de California demostraron que los empleados con trastornos de sueño y excesiva somnolencia diurna tienen un 70% menos de probabilidades de obtener una promoción laboral, como consecuencia del bajo rendimiento y productividad, en comparación con los individuos que logran alcanzar un sueño adecuado.

La investigación realizada por Drom-Cronobiología arrojó que la privación del sueño está asociada a diversas alteraciones en los genes, que controlan los ritmos biológicos, y a modificaciones en la transmisión neuronal, el metabolismo y la respuesta inmunitaria.

Esto se debe a que tener un buen descanso es una necesidad tan importante como comer o respirar, un fenómeno activo en el que la actividad del cuerpo no está reducida sino que es distinta a la de la vigilia.

Daniel Vigo, investigador del CONICET y asesor de Drom-Cronobiología, explicó que “durante las etapas del sueño suceden funciones imprescindibles que tienen que ver, no sólo con el aprendizaje y la memoria, sino también con mecanismos hormonales, metabólicos e inmunes”.

“La alteración del sueño se asocia con disminuciones en el nivel de alerta que puede tener consecuencias mortales como en el caso de los accidentes de tránsito. A largo plazo, se asocia con la aparición de enfermedades como hipertensión, obesidad y diabetes”, señaló Vigo.

EL SUEÑO EN EL TRABAJO
En busca de terminar con estos problemas que aquejan a la sociedad, Daniel Leynaud, director de Drom-Cronobiología y creador del primer “Siestario” en América Latina, señaló la importancia de tomar siestas en el trabajo: “Está comprobado que descansar entre 20 y 30 minutos tiene beneficios tanto para las compañías como para los empleados. Tomarse un respiro hace que uno vuelva completamente renovado, mejorando la productividad y las relaciones humanas”.

Las Soluciones Cronobiológicas en las empresas contribuyen decididamente a las estrategias de Work & Life Balance, ya que el manejo equilibrado de los períodos alternos de descanso y actividad mejora la motivación, el humor y las habilidades interpersonales, logrando así un impacto positivo en el clima laboral y la eficiencia de los empleados.

Asimismo, Leynaud destacó que a diferencia de otros países del mundo, donde el servicio es meramente funcional, en la Argentina intervienen especialistas en Medicina del Sueño y Psicólogos para implementar procesos de reparación altamente efectivos.

“Todo empezó en junio de 2010, cuando desarrollamos un nuevo concepto, basado en entornos y experiencias breves de descanso que se relacionan con los cinco sentidos y permiten ejercitar nuestro hemisferio derecho del cerebro, logrando reiniciar nuestro día con mayor energía, rendimiento y potencial creativo”, explicó Leynaud, quien aseguró que esta tendencia se instalará fuertemente en aquellas empresas que promueven hábitos saludables entre sus empleados.