Sólo el 30% de los óvulos en mujeres jóvenes tienen la posibilidad degenerar un embrión de buena calidad
Esta comprobado que a partir de los 38 años, la fertilidad de la mujer comienza a decaer en forma apresurada dado que la calidad y cantidad de los óvulos que produce es menor. Hoy nos encontramos con cambios sociales importantes que llevan a que las parejas tengan hijos a más edad que hace diez años atrás, lo que trae aparejado, muchas veces, dificultades para lograr los embarazos.
También puede ocurrir en mujeres jóvenes con dificultades para lograr el embarazo, muchas veces debido a la baja producción de óvulos, hecho que puede relacionarse con factores genéticas, endometriosis, cirugías del ovario , tratamientos oncológicos como la quimioterapia y radioterapia , el cigarrillo (afecta la irrigación del ovario) y el estrés.
La calidad de los ovocitos es uno de los factores clave en la infertilidad femenina, a tal punto que es el ovocito quién asume el 80% de la “responsabilidad” para poder obtener un embrión viable.
“Hoy existen criterios morfológicos para evaluar la calidad de los ovocitos, y hay varios métodos actualmente bajo investigación. Una de las causas de la mala calidad de los óvulos se debe a que en mujeres adultas se observan errores genéticos del ovocito, previo a ser fecundado, lo que genera embriones con poca posibilidad de desarrollarse, implantarse y generar un embarazo. Lamentablemente la eficiencia de la reproducción humana es muy baja ya que solo el 30% de los óvulos en mujeres jóvenes tienen la posibilidad degenerar un embrión de buena calidad", indicó Sergio Papier, Director Médico de CEGyR, Pte. Del Comité Científico de SAMER.
Hoy está confirmado que adicciones como el tabaquismo y el consumo de ciertas drogas pueden producir disfunción ovárica y mala calidad de ovocitos que junto con el estilo de vida que se lleva en las grandes ciudades, pueden influir en la baja y mala calidad de los ovocitos, incluso en mujeres aún en edad fértil. Por otro lado, en los casos de mujeres con extremos en los índices de masa corporal como el sobrepeso marcado o los síndromes anoréxicos, son posibles generadores de disfunción ovárica.
La mujer, de forma natural, ovula un solo óvulo y pocas veces 2 o mas en cada ciclo ovárico, siendo el rol del mismo, clave en el proceso de la fecundación, desarrollo embrionario, implantación y evolución de un embarazo normal.
“Ya se trate de mujeres de más de 38 años o de mujeres jóvenes que presentan diversas circunstancias funcionales que les impiden mantener una buena calidad de ovocitos, es el óvulo y su calidad el que marca la diferencia para el éxito o fracaso del embarazo, habiendo descartado otros factores,” aclara el Dr. Papier.
Habitualmente, para poder llevar a cabo un tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV), es necesario que la mujer reciba un tratamiento de estimulación ovárica con el fin de conseguir un mayor número de ovocitos maduros para aumentar la efectividad de la técnica. Actualmente existen técnicas que permiten extraer ovocitos inmaduros del ovario, sin necesidad de administrar un tratamiento de estimulación de los ovarios, y con medios de cultivo específicos con resultados controvertidos y aplicables a un grupo reducido de pacientes.
La edad de la mujer un factor clave que debe recordarse
Con la edad, disminuye el número de folículos y comienzan a aparecer irregularidades del ciclo menstrual. En paralelo, comienza a declinar de manera gradual la calidad de los óvulos, lo que genera una disminución de la fertilidad y aumento del riesgo de aborto.
“Estos cambios implican que si las mujeres posponen el embarazo hasta después de los 35 años, la tasa de infertilidad puede aumentar hasta en un 30%. Después de los 40 años, en general, la calidad de los óvulos cae dramáticamente y hasta las técnicas de fertilización in vitro se ven limitadas a la hora de lograr un embarazo evolutivo,” agrega Papier.