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27 de diciembre de 2024
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Con el frío aumentan los casos de rotavirus
Algunas respuestas para aclarar las dudas más frecuentes sobre la principal causa de diarrea severa y deshidratación en los más chicos.
2 de mayo de 2013
El rotavirus es la principal causa de diarrea severa y deshidratación en niños menores de 5 años. Tiene un mayor predominio en la época invernal y afecta tanto en países en vías de desarrollo como en países desarrollados. Es el virus responsable de casi la mitad de los casos de diarrea grave que requieren hospitalización, es infeccioso y altamente contagioso.

Se estima que, cada año, mueren aproximadamente 520.000 niños menores de 5 años en el mundo a causa de esta enfermedad.

¿Cuál es el medio de contagio de este virus?
Es fundamental tener en cuenta que las medidas de higiene habituales para evitar la diseminación de la enfermedad no son muy eficientes, porque el virus es resistente al jabón y al cloro.

Por eso, hay que tener cuidado con el manejo de las deposiciones, ya que las vías de transmisión del rotavirus son fecal-oral: a través del contacto directo, o mediante elementos que no están bien desinfectados. No hace falta un gran número de virus para contagiar, y se elimina gran cantidad de virus por cada gramo de materia fecal.

“Son virus que tienen muy alta resistencia en el medio ambiente y la excreción viral por el individuo infectado es muy alta, lo que hace que se transmita muy eficientemente, incluso en ambientes con buenas condiciones de higiene. Por eso se considera clave la vacunación en países desarrollados y en aquellos en vía de desarrollo; la vacunación universal es una medida de prevención importante”, explica el virólogo Alejandro A. Castello, Docente Investigador de la Universidad Nacional de Quilmes.

¿A quiénes afecta?
El rotavirus es la causa más común de diarrea en menores de 5 años. Afecta a los niños de todo el mundo más allá de su origen étnico, cultura, clase social o nivel socioeconómico. Los bebés que nacen prematuros, los niños que van a jardín maternal, los que no toman el pecho materno o tienen alguna déficit inmunitario, son los que están más expuestos a enfermar más severamente a causa de este virus.

¿Es fácil de diagnosticar?
No. El problema de este virus es que requiere estudios de laboratorio para su diagnóstico, que usualmente en la práctica no se realizan. En algunos chicos hay muy pocos síntomas, otros son asintomáticos y otros se deshidratan gravemente. Al ser difícil de diagnosticar, el rotavirus no tiene suficiente difusión. Es más sencillo, en cambio, diagnosticar una gripe u otro tipo de patologías.

¿Cuáles son los síntomas?
Los signos y síntomas de la infección por rotavirus pueden incluir: fiebre, dolor abdominal, vómito y diarrea. La diarrea puede variar de leve a grave y durar hasta nueve días; si es severa, puede causar deshidratación.

Un bebé deshidratado puede tener poco apetito, la boca seca, fiebre y orinar poco, además de estar sediento y perder peso. Si la deshidratación es más importante, los ojos pueden parecer hundidos y secos. También puede sufrir somnolencia. En los bebés de mayor edad y los niños con sobrepeso, los síntomas pueden aparecer sólo cuando la deshidratación ha alcanzado un nivel muy importante.

¿Cuál es el impacto de este virus?
Desde los seis meses hasta los 5 años, el rotavirus es la causa más importante de diarrea en los niños. Tiene un 40% de incidencia durante el invierno. Además, al ser altamente contagioso, impacta sobre la familia. Por otra parte, el virus afecta gravemente a las clases sociales más pobres, porque aparecen otros factores como la baja calidad alimentaria y el hacinamiento.

¿Existen vacunas disponibles contra este virus?
Sí, hay una vacuna monovalente (incluye uno de los serotipos más frecuentes del virus) y otra pentavalente (incluye 5 de los tipos de virus más frecuentes). Desde la Organización Panamericana de Salud (OPS), se recomienda a todos países incorporar la vacuna de rotavirus al calendario.

El objetivo de la vacunación no es necesariamente prevenir la enfermedad, sino más bien reducir su severidad, así como sus complicaciones, particularmente en los primeros años de vida, que es cuando las consecuencias de la deshidratación y de la diarrea son más pronunciadas. En la Argentina están disponibles ambas vacunas para la prevención del rotavirus, son orales y la primera dosis se administra entre las seis y doce semanas de vida.

Todavía no han sido incorporadas al Calendario Nacional de Vacunación, pero el virólogo Alejandro A. Castello, docente investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, anticipa que con una inmunización masiva “se debería esperar un 90% de eficiencia en la prevención de la diarrea severa y las muertes por rotavirus que se producen en zonas marginadas de nuestro país”.

¿Cuáles son los serotipos más frecuentes y cuáles hay que tener en cuenta al momento de elegir una vacuna para prevenir el rotavirus?
“Los serotipos del rotavirus suelen tener variaciones normales, con lo cual es muy difícil decir cuáles son los más frecuentes: hoy puede haber una gran cantidad de uno que el próximo año casi no circula y al otro año vuelve a subir”, informa el Dr. Eduardo Chaparro, Presidente de la Asociación Peruana de Vacunología y miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica.

Y agrega: “El serotipo más importante en la Argentina es el G2/P4 y luego es el G1/P8, que están definitivamente cubiertos con la vacuna pentavalente, cosa que no ocurre con la monovalente”. Alejandro A. Castello, de la Universidad de Quilmes, coincide: “Los serotipos de rotavirus se reemplazan periódicamente; a su vez, distintas regiones del mundo tienen distintos serotipos circulando, así que lo ideal es proponer esquemas de vacunación que incluyan a varios de estos serotipos”.

¿Qué impacto tiene la vacunación contra el rotavirus en los niños?
“Definitivamente, en los diferentes escenarios, en los distintos países en donde se han hecho estudios, se ha visto que la posibilidad de que un niño vacunado llegue a un hospital, sea por deshidratación o por enfermedad severa debido al rotavirus, prácticamente se ha reducido entre un 80% o 100%.

Y esta efectividad se ha visto también en prematuros; hay investigaciones que demuestran que se redujo casi en un 100% la posibilidad de que un bebé prematuro tenga que asistir para ser atendido por rotavirus”, grafica el Dr. Eduardo Chaparro, Presidente de la Asociación Peruana de Vacunología y miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica.