El flujo vaginal es el tercer motivo de consulta en consultorios ginecológicos, después de los controles periódicos y las consultas sobre métodos anticonceptivos. Las argentinas le dan una gran importancia al tema de la higiene íntima, frescura y la comodidad asociada a la misma, lo cual se refleja en el alto porcentaje de uso de protectores diarios en Argentina: el 65% de nuestras compatriotas es usuaria frecuente de estos productos.
El flujo es un elemento natural y cotidiano en la vida de toda mujer. Observar sus variaciones de consistencia y color puede darnos elementos para detectar posibles cambios hormonales, por ejemplo, durante el período ovulatorio. La presencia de flujo vaginal es saludable ya que es el resultado de un mecanismo natural de auto lavado que si funciona correctamente, le proporciona a la vagina un ambiente húmedo y limpio, protegiéndola de posibles infecciones.
La consistencia del flujo varía en cada mujer. El flujo proporciona a los espermatozoides el medio adecuado durante la reproducción, y, a través de sus alteraciones, indica si algo no está funcionando bien.
“En todas las mujeres existen, durante el ciclo menstrual, dos períodos en los cuales hay mayor flujo fisiológico (normal): el período ovulatorio, durante el cual la secreción mucosa es transparente, filante; y el período premenstrual, durante el cual, por la acción hormonal de la progesterona, el flujo se torna blanquecino”, explica Patricia Pelegrin, miembro del equipo asesor de Johnson & Johnson para su marca Carefree ®.
“Si bien estas variaciones son normales, el sistema nervioso interviene en su regulación y el distress podría aumentarlas (por ej: entrenamiento físico o competencias deportivas exigentes”¨, explican los profesionales.
El uso de protectores diarios es recomendable porque mantiene la zona íntima limpia y fresca, porque no deja que el flujo intermenstrual pase a la ropa interior, y porque absorbe la humedad natural del cuerpo. Hay ciclos vitales que favorecen el aumento en la cantidad del flujo: sobre todo, la etapa adolescente, y durante el embarazo y el posparto, debido a la mayor actividad hormonal.
Las argentinas (en un 65%) son las más proclives al uso de este tipo de producto entre las latinoamericanas, sólo precedidas por las colombianas (un 86% se declara usuaria de protectores diarios). Bastante más lejos, se ubican las brasileras y las mexicanas (con un porcentaje de uso del 34 y del 31%, respectivamente). A la hora de elegir un protector diario, las mujeres no sólo tienen en cuenta que éste sea cómodo, suave, que no se mueva, que tenga una buena capacidad de absorción o que el adhesivo sea resistente; sino que también les importa que el producto logre adaptarse a la ropa interior de cada una. La adaptación a la anatomía corporal es también altamente valorada. Las usuarias también consideran de vital importancia dejar respirar la zona íntima, sobre todo en épocas de mucho calor.