La rosácea es una afección crónica de la piel, que padecen sobre todo las mujeres de entre 30 y 50 años de piel clara. Provoca que la cara se torne de color rojo debido a una gran inflamación y trastornos en los vasos sanguíneos de la piel y puede ocasionar hinchazón y úlceras cutáneas, parecidas al acné.
La rosácea es una afección crónica de la piel, que padecen sobre todo las mujeres de entre 30 y 50 años de piel clara. Provoca que la cara se torne de color rojo debido a una gran inflamación y trastornos en los vasos sanguíneos de la piel y puede ocasionar hinchazón y úlceras cutáneas, parecidas al acné.
Por sus efectos sobre el rostro, a menudo afecta emocionalmente a quienes la sufren. El tratamiento más avanzado, sin drogas ni efectos adversos, para los derrames vasculares (arañitas vasculares) en el rostro causados por la rosácea es la terapia con láser. Por otra parte, la tecnología de radiofrecuencia con microagujas tiene un efecto de doble beneficio: mejora la rosácea y la calidad de toda la piel del rostro.
Identikit de la enfermedad
El cirujano Ricardo Hoogstra, explicó que esta enfermedad "se la diagnostica más frecuentemente a las mujeres de piel clara entre los 30 y los 50 años, pero cuando ataca a los hombres, estos suelen tener síntomas más graves como rinofima (nariz bulbosa) telangiectasias abundantes en la cara y rosácea ocular, que produce ojos irritados, llorosos y con dilataciones vasculares que los hacen ver rojos".
Hoogstra detalló que "la rosácea generalmente tiene fases evolutivas".
"Al comienzo solo se observa un enrojecimiento de la cara del paciente, al que le siguen pequeñas dilataciones vasculares en nariz, mejillas, mentón etc. Estos pacientes tienen tendencia a empeorar ante la exposición solar o en ambientes calefaccionados", indicó el cirujano.
El especialista afirmó que no se conoce su causa, "pero sí se sabe que determinados factores pueden contribuir a que se manifieste o empeore" y manifestó que "estos son alguno de los factores que agravan la rosácea".
• Laborales: gran exposición al sol, a hornos, cocinas, saunas, etc.
• Medicamentos (viagra, corticoides, estrógenos, antihipertensivos)
• Bebidas (muy calientes, alcohol).
• Comidas (muy picantes)
Por lo general, el médico puede diagnosticar la rosácea mediante un examen físico y la historia clínica. Hay que identificar las causas que empeoran síntomas, para ayudar a prevenir o reducir las reagudizaciones. En general se aconseja lo siguiente.
* Evite la exposición al sol y utilice protector solar todos los días.
* Evite hacer mucha actividad en clima cálido.
* Procure reducir el estrés y ensaye con respiración profunda, yoga u otras técnicas de relajación.
* Limite el consumo de comidas condimentadas, el alcohol y las bebidas calientes.
* Evite usar productos que sean irritantes para su piel. Habitualmente se recomiendan champúes y jabones dermatológicos con componentes antiinflamatorios y humectantes
Tratamientos tradicionales y lo más nuevo
Existen tratamientos farmacológicos para atenuar los síntomas. En la mayoría de los casos hay que combinarlos, porque la rosácea suele asociarse con otros trastornos cutáneos (como acné y seborrea) y el paciente tiene que colaborar cambiando algo en su estilo de vida.
Se recetan medicamentos tópicos que reducen el eritema y la inflamación. Algunos son cremas con metronidazol, tretinoinas, peróxido de benzoilo, y acido azelaico. El serio inconveniente de estos medicamentos es que causan irritación, enrojecimiento y sequedad de la piel. Los antibióticos orales pueden ser necesarios.
La isotretinoina es un poderoso antiinflamatorio utilizado para disminuir la producción sebácea en el acné quístico, que también se utiliza cuando la rosácea tiene un componente inflamatorio muy marcado. Los pacientes que toman isotretinoina deben ser monitorizados por el dermatólogo por la posibilidad de serios efectos adversos, entre los cuales se encuentran la depresión, pensamientos suicidas, dolores articulares y óseos, rash cutáneo y deformaciones congénitas.
El tratamiento más avanzado, sin drogas ni efectos adversos, para los derrames vasculares (arañitas vasculares) en el rostro causados por la rosácea es la terapia con láser.
La luz láser atraviesa la piel sin dañarla y descarga su energía en la hemoglobina del vaso sanguíneo, este efecto calórico produce un daño del endotelio vascular, el colapso del vaso y desaparición del mismo. Aunque esto depende del tamaño de la lesión vascular y del número de las mismas, generalmente con 3 a 4 sesiones son suficientes. Como la rosácea es una enfermedad evolutiva, va a ser necesario repetir este tratamiento un tiempo después, que depende de la evolución particular de cada paciente y sus cuidados habituales.
Por otra parte la innovadora tecnología de radiofrecuencia con microagujas tiene un efecto doble de beneficio: mejora la rosácea y la calidad de toda la piel del rostro. Produce un calentamiento gradual sobre la piel, que provoca el cierre de los vasos sanguíneos y actúa sobre las fibras existentes de colágeno, fortaleciéndolas y produciendo colagenogénesis.
Consigue reducir el eritema y producir una contracción de la piel (efecto lifting), que redefine el contorno del rostro, levanta los pómulos y las cejas, así como el cuello (papada) y remodela la zona facial. Durante el procedimiento se percibe una sensación de calor en la zona tratada, sin llegar a ser molesta ni dolorosa. No obstante que la piel puede verse enrojecida, ello desaparece gradualmente durante el transcurso del día.
El resultado se evidencia desde la primera sesión. En una segunda etapa se irá acentuando esta mejoría, obteniendo el máximo resultado alrededor de los primeros tres meses. Sesiones aconsejadas: 1 cada 15 o 30 días, durante 4 o 5 meses.