Un nuevo tratamiento recomendado para los hipertensos resistentes a los tratamientos convencionales
La hipertensión arterial es una enfermedad que afecta al 30% de la población adulta de Argentina. Muchos desconocen padecerla y de los que lo saben, no todos están tratados.
De los pacientes tratados con dieta y medicamentos, solo 1/4 esta bien controlada. Del resto, bajo tratamiento pero no controlados, hay un grupo especial denominado “hipertensos resistentes”.
Alberto S. Villamil, Jefe Hipertensión Arterial del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), explicó que esta denominación "surge del hecho de no lograrse el control de su presión arterial, pese a cumplir las medidas higiénico-dietéticas y estar tratado con al menos 3 drogas antihipertensivas, incluyendo un diurético, a dosis plena".
Implicancias de la resistencia al tratamiento
Villamil comentó que ños hipertensos resistentes al tratamiento, "están expuestos a un mayor riesgo de eventos cerebrales, cardíacos, vasculares y/o renales, lo cual reduce significativamente su expectativa y calidad de vida".
"Los tratamientos actuales no brindan adecuada solución a muchos de estos pacientes", manifestó el médico.
La nueva tecnología
El especialista comentó que "recientemente se ha incorporado una nueva forma de tratamiento de estos pacientes denominada “Denervación simpática renal por radiofrecuencia”, que consiste en la introducción de un cateter (fino tubo) por medio de una punción en la ingle, que se desplaza por dentro de las arterias para llegar hasta las arterias que irrigan ambos riñones".
"Una vez bien ubicado el cateter, a través del mismo se efectúan un promedio de 6 aplicaciones de radiofrecuencia en distintos puntos de la pared arterial, a fin de cubrir toda su circunferencia. Cada aplicación dura unos 2 minutos. La radiofrecuencia genera calor en la pared arterial y esto secciona las fibras nerviosas simpáticas que acompañan el trayecto de las arterias. Este procedimiento de realiza bajo sedación del paciente por lo cual se evitan molestias y dolor", detalló.
¿Por qué es útil?
Villamil señaló que desde hace muchos años "se sabe que el estímulo del sistema simpático a los riñones estimula la retención de agua y sal y, paralelamente, estimula al riñón para producir en mayor cantidad una substancia llamada renina que induce elevación de la presión arterial".
"Ya en 1950 se practicaba una amplia cirugía que seccionaba las fibras simpáticas logrando reducir la presión arterial, pero luego fue abandonada ya que los pacientes presentaban muchos efectos adversos", indicó.
El experto dijo que, actualmente, "se puede lograr un efecto terapéutico igualmente satisfactorio en forma mucho más selectiva, al actuar sólo a nivel de las fibras simpáticas renales evitando así los efectos indeseados".
Beneficios y riesgos:
"Se ha documentado una reducción promedio de 32 mmHg para la presión sistólica (máxima) y de 12 mmHg para la presión diastólica (mínima) en los pacientes que han recibido este tratamiento, en tanto que en los que actuaron como grupo control (sin este tratamiento) no se observaron cambios en su presión arterial. Este efecto de reducción de la presión arterial se observó desde el momento de la intervención y hay evidencia que se mantiene sostenidamente a 2-3 años en el seguimiento", añadió.
Villamil dijo que "los riesgos del procedimiento son muy bajos y dependen de la realización de un cateterismo arterial (sangrado, infección y disección de alguna arteria), más que del propio procedimiento de aplicación de radiofrecuencia que ha sido hasta ahora muy seguro".
El experto puso de relieve que "un grupo especial de pacientes hipertensos que no responden a un intenso tratamiento convencional, pueden lograr un mejor control de su presión arterial y, en algunos casos, reducir la medicación, por medio de la aplicación de una nueva, efectiva y segura tecnología de tratamiento".
"El mejor control de la presión arterial reduce el elevado riesgo cardiovascular de estos pacientes, incrementando la expectativa y calidad de vida", concluyó.