El principal medicamento que se utiliza para tratar a pacientes que padecen la enfermedad de Chagas se comenzó a producir este año en Argentina luego de que se discontinuara a nivel internacional. Ya se exportó el primer lote a España y otros países lo pidieron
Especialistas del campo de la salud coincidieron en señalar durante un Simposio Internacional sobre Enfermedades Olvidadas que el 2012 será recordado por un importante avance en el mejoramiento de acceso a los tratamientos: el benznidazol -la principal droga para tratar la enfermedad de Chagas- se comenzó producir en el país por una iniciativa público privada impulsada por el Ministerio de Salud y de la que participan Mundo Sano y las farmacéuticas Maprimed y ELEA.
La droga había sido discontinuada a nivel global y no estaba disponible.
Durante una mesa redonda titulada "El caso del benznidazol como experiencia de articulación" que se realizó en el simposio organizado Mundo Sano, cuya coordinación estuvo a cargo de Graciela Ciccia (directora de vinculación tecnológica del Grupo Insud), los actores de esta iniciativa confirmaron la disponibilidad del medicamento, a través del Programa Nacional de Chagas, de programas provinciales y de droguerías en todo el país.
“Nos pone muy orgullosos cuando vamos a encuentros internacionales y se habla del 'benznidazol argentino', porque esto significa que el esfuerzo que hicimos aquí ya se reconoce internacionalmente. Ojalá este caso sirva para que otros sigan el camino de producir medicamentos para estas enfermedades", aseguró Silvia Gold, presidente de Mundo Sano y una de las panelistas de la mesa.
A su turno, Luis Ferrero, Gerente de la línea de enfermedades desatendidas del Laboratorio Elea, indicó que el benznidazol ya está siendo producido a escala industrial y que se presenta bajo el nombre de Abarax en comprimidos de 50 y 100 miligramos birranurados para facilitar su toma. También reveló que ya se exportó a España y que tanto organismos como organizaciones de pacientes de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Australia, Colombia y Bolivia están solicitando partidas para seguir con sus tratamientos.
“La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud ya han incorporado al Abarax a la lista de medicamentos esenciales para, eventualmente, cubrir las demandas de países donde el Chagas es un problema de salud pública”, indicó Ferrero. Y agregó que “en junio de este año iniciamos el programa de farmacovigilancia, articuladamente con la ANMAT y en Instituto Fatala Chabén”.
Por su parte, Sergio Sosa Estani, director del Instituto Nacional de Parasitología Dr. Fatala Chabén, indicó que "era imprescindible contar con el medicamento para no discontinuar los programas de tratamiento en marcha y poder sumar nuevos pacientes. Pero con el medicamento solo no es suficiente, también es necesario el acompañamiento de los sistemas de salud. Y hoy contamos con el compromiso político para que ésto ocurra. Ahora hay que trabajar para que los efectores diagnostiquen y traten a los afectados".
Y detalló los avances en la prevención y tratamiento de esta enfermedad, que es prevalente en Argentina y que en las Américas, según cálculos de la OPS, afecta a unos 8 millones de personas.
También participaron de la mesa Otis Reyes, de la asociación FINDECHAGAS -quien trajo a la mesa la voz de los pacientes, aludiendo a las consecuencias de la enfermedad- y Carina Perotti Fux, de Médicos sin fronteras. Justamente esta organización fue la que alertó internacionalmente sobre la falta del benznidazol a fines de 2011.
Para el desarrollo del “benznidazol nacional” el Ministerio de la Salud de la Nación convocó a laboratorios públicos y privados, y a otros actores del sector. Finalmente, la síntesis del principio activo y el desarrollo galénico del benznidazol fueron realizadas por dos compañías sin recibir subsidio alguno para el desarrollo: Maprimed realiza la síntesis y Elea la formulación, inscripción y distribución.
“Lo que había empezado como una oportunidad terminó como una necesidad, cuando se suspendió la provisión internacional. Atendimos un incendio sanitario”, ilustró la Dra. Gold.
En la 3° edición y XV simposio sobre enfermedades desatendidas que culminó el viernes, más de 400 especialistas de todo el mundo participaron del encuentro, donde se presentaron distintas estrategias para hacer frente a las enfermedades que afectan a los sectores más vulnerables de la población, como el Chagas, el dengue, la leishmaniosis y la malaria, entre otras.
La enfermedad de Chagas es producida por el Trypanosoma cruzi, parásito que transmiten las vinchucas, un insecto que habita principalmente en zonas rurales y periurbanas. La vinchuca se alimenta con sangre de personas o animales infectados: cuando una vinchuca infectada pica e inmediatamente defeca, deposita los parásitos que causan la enfermedad sobre la piel de la persona.
A través de las lesiones en la piel, los tripanosomas ingresan al organismo. Después de la infección suelen presentarse algunos síntomas como fiebre, cansancio e inflamación de ganglios, lo que se conoce como el periodo agudo de la enfermedad. Posteriormente no se observan síntomas hasta que luego de un número variable de años se manifiesta la fase crónica de la enfermedad mediante problemas generalmente cardíacos, digestivos o neurológicos, que pueden ser de gravedad. Otras vías de transmisión son las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos infectados; las mujeres infectadas pueden transmitir el parásito a sus bebés.