Entre el 50 y el 80 por ciento de las personas que padecen diabetes muere por enfermedades cardiovasculares. Conozca las claves para disminuir los riesgos y disfrutar una vida más plena
La diabetes es una enfermedad crónica y el problema básico es que existe insuficiente efecto de la insulina en el organismo ya sea porque no se utiliza correctamente la existente o porque se produce poca.
Como consecuencia, se elevan los niveles de glucosa en sangre (glucemia). De los dos mecanismos, el más frecuente es el primero. Más del 90% de los casos de diabetes en el mundo corresponden a la llamada Diabetes Tipo 2, en la que hay una “resistencia a la insulina” y a pesar de que existen concentraciones elevadas de esta hormona en la sangre, no logra su efecto.
Los principales factores que predisponen a la resistencia a la insulina son el exceso de peso y la falta de actividad física, situaciones cada vez más frecuentes debido al estilo de vida actual en los centros urbanos.
La Diabetes tipo 1, es consecuencia de una escasa producción de insulina por parte del páncreas. Es más frecuente en niños y jóvenes y tiene predisposición genética. Representa menos del 10% de los casos.
El cardiólogo Federico Cintora, miembro de la Fundación Cardiológica Argentina, explicó que los enfermos de diabetes "tienen alto riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares ya que se generan placas que obstruyen progresivamente las arterias e impiden la correcta llegada de la sangre a todos los puntos del cuerpo".
"Principalmente sufren infartos y ACV; también esta enfermedad puede dañar algunos órganos del cuerpo como ser riñones, ojos y nervios periféricos (neuropatía dibatética)", explicó Cintora.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 50 y el 80% de los pacientes diabéticos muere a causa de estas enfermedades colaterales que van apareciendo por la diabetes. Esta misma entidad prevé que para 2030 se duplicarán las muertes cardiovasculares por diabetes ya que esta enfermedad se asocia íntimamente con la obesidad y el sedentarismo, los cuales se han convertido en verdaderas epidemias en el mundo occidental.
El cardiólogo indicó que para las personas diabéticas, "la forma de disminuir su riesgo cardiovascular es realizando la consulta con su médico de cabecera para realizar un estricto control de todos los factores de riesgo cardiovascular, no sólo de la diabetes". En ese sentido, el especialista señaló que para lograr esto "es fundamental adoptar un estilo de vida saludable que incluya actividad física (al menos 150 minutos por semana de actividad física aeróbica), no fumar, mantener un peso adecuado y alimentación saludable".
"Además, y según el caso particular, puede ser necesario utilizar medicación específica para controlar la presión arterial y el colesterol. Todas estas medidas en conjunto son capaces de disminuir marcadamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares", comentó el experto.
Por otro lado, Cintora destacó que las personas no diabéticas con sobrepeso u obesidad y aquellos que no realizan actividad física "están en riesgo de desarrollar la enfermedad y sus consecuencias cardiovasculares".
Para disminuir su riesgo aconsejamos dos cosas fundamentales:
· Adoptar un estilo de vida saludable (realizar actividad física, alimentación adecuada y no fumar)
· Visitar a su médico para realizar los controles de peso, glucemia, presión arterial y colesterol. De esta manera podrán tener idea de cuál es su verdadero riesgo y adoptar las medidas necesarias para reducirlo.