El screening de parto prematuro espontáneo permite seleccionar precozmente a aquellas pacientes con mayor riesgo y aplicar en ellas intervenciones efectivas para prevenir esta complicación.
La implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes.
“El parto prematuro es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años: 7 de cada 10 muertes infantiles ocurren durante del primer mes de vida y de estas, 5 son consecuencia del nacimiento prematuro. Una gran proporción de los que sobreviven a un parto antes de las 34 semanas lo hace lamentablemente con secuelas neurológicas permanentes y discapacitantes”, señaló Adolfo Etchegaray Director de Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral y miembro de la SAEU.
Etchegaray destacó que "a pesar de los importantes avances en obstetricia y neonatología, la tasa de parto prematuro no ha disminuido en las últimas décadas, manteniéndose globalmente en un 9% de los nacimientos". En ese sentido, comentó que "las mejoras en la sobrevida obtenidas fundamentalmente mediante nuevas terapéuticas neonatalales han beneficiado sobre todo a los prematuros que nacen por encima de las 28 semanas".
El obstetra indicó que "hasta hace unos pocos años no existía una metodología efectiva que permitiera identificar precozmente a las embarazadas en mayor riesgo".
"La presencia de antecedentes personales o factores de riesgo sólo está presente en un 15% de las mujeres destinadas a tener un parto prematuro espontáneo, por lo que la historia obstétrica no es útil como estrategia de screening poblacional", añadió.
El screening o cribado prenatal es una metodología diagnóstica que permite seleccionar precozmente a aquellas pacientes en riesgo para complicaciones obstétricas y enfermedades fetales con la intención de ofrecer estudios más especializados, modificar el seguimiento obstétrico e indicar tratamientos profilácticos.
Otros ejemplos de screening prenatal son el screening de enfermedades cromosómicas, el de cardiopatías congénitas y el de preeclampsia.
La predicción del parto prematuro permite aplicar intervenciones para reducir las tasas de esta complicación y potencialmente mejorar los resultados perinatales. En los últimos años se ha demostrado que el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal reduce el riesgo de nacimiento prematuro tanto en mujeres con antecedentes como en aquellas con un cuello uterino corto en ecografía.
En aquellas con antecedentes de más de 2 partos prematuros a edades gestaciones menores a la viabilidad fetal, puede ser efectiva la realización de un cerclaje cervical, que es una cirugía simple que refuerza el cuello del útero
La estrategia más eficaz para predecir y prevenir el parto prematuro es entonces la implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación mediante cervicometría transvaginal.
Esta conducta identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal, que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes. Dos trabajos publicados en los últimos años han demostrado que esta estrategia es costoefectiva.
Las pacientes con antecedente de un parto prematuro anterior deberían recibir progesterona vaginal desde las 12 semanas y ser evaluadas serialmente con cervicometrías para decidir la necesidad de un realizar un cerclaje cervical.
Otras estrategias profilácticas comúnmente utilizadas tales como el reposo en cama, suplementos dietéticos, tocolíticos orales y cambios en el estilo de vida no han demostrado ser eficaces en la prevención del parto prematuro espontáneo.