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27 de diciembre de 2024
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Por Leonardo Coscia
Cambiar hábitos cotidianos para una dieta saludable
Las dietas aisladas no generan los cambios de conducta necesarios para combatir el exceso de peso. Los consejos básicos para generar un cambio profundo que mejore la salud y la calidad de vida
6 de septiembre de 2012
La obesidad es considerada por muchos especialistas como una epidemia; de hecho es nada menos que el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas a causa de los inconvenientes que devienen del sobrepeso.

El médico clínico y gerontólogo Christian Leiva, director médico de La Posada del Qenti y Qenti Medica, explicó que "está altamente demostrado que una dieta aislada -por más efectiva que ésta sea- no alcanza para realizar un adecuado tratamiento para bajar de peso".

Leiva remarcó que para lograr un descenso de peso consistente, se requiere "del desarrollo de hábitos a largo plazo, como modificar la conducta alimentaria, mantenerse físicamente activo y lograr una buena adaptación al estrés".

Por tal motivo, el especialista destacó que "incorporar cada uno de estas prácticas al modo de vida es un paso necesario para la erradicación definitiva del sobrepeso".

¿Cuáles son las consecuencias más comunes del sobrepeso en la salud de las personas?

* Enfermedades cardiovasculares: cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, las cuales se encuentran entre las principales causas de defunción.

* Diabetes: que representa la enfermedad crónica más común en personas con exceso de peso.

* Trastornos del aparato locomotor: a consecuencia de la sobrecarga de peso en huesos, que deriva en diversas enfermedades degenerativas en las articulaciones.

* Cáncer: de endometrio, de mamas y el de colon.

"Vale destacar que el riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del llamado Índice de Masa Corporal (IMC)", manifestó Leiva.

El médico acercó también "algunas recomendaciones básicas" para comenzar con los cambios de hábito que conduzcan a una mejor calidad de vida:

* Realizar las cuatro comidas principales: la razón principal es que mantienen el metabolismo activo y proveen al cuerpo de toda la energía necesaria

* Comenzar el día con un desayuno completo en nutrientes y energía: dado que contribuye a tener menos hambre en el transcurso del día.

* Armarse un ambiente seguro de “Autocontrol”: un punto muy importante para no dejarse llevar por “tentaciones momentáneas”. Para ello, es vital tener siempre a mano alimentos saludables.

* Incorporar a diario frutas y verduras: tanto crudas como cocidas, es necesario variar su tipo y color.

* Hidratarse a lo largo del día: principalmente a través del agua y con líquidos sin calorías.

"Finalmente, dos recomendaciones que muchas veces son las más difíciles de adquirir dado la vorágine de la vida cotidiana: es necesario poner el cuerpo en movimiento, no sólo a través de rutinas en el gimnasio, sino también a través de caminatas espontáneas, subir escaleras o bailar. Pero también, hay que buscar el momento del día para uno mismo. Es indispensable reservar algún momento especial del día o la semana para relajarse de la manera que más agrade para equilibrar las emociones y conectarse con el propio cuerpo", concluyó.