Entre uno y cuatro por ciento de las mujeres en edad fértil padece poliquistosis ovárica. El aumento de peso y la desregularización del ciclo menstrual como consecuencia de desarreglos en la ovulación, son dos de las características más relevantes de este trastorno cuya prevalencia es mayor entre los 15 y los 40 años.
El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOPQ) es una de las endocrinopatías más frecuentes entre las mujeres, y la causa del 15 por ciento de los problemas de infertilidad femenina.
Su incidencia entre las mujeres de 15 a 40 años es alta, pues se calcula que entre el uno y el cuatro por ciento padece este trastorno cuyo diagnóstico y tratamiento es complejo, y que se caracteriza por la presencia, en ambos ovarios, de imágenes quísticas.
Según publica la agencia de noticias Pro-Salud News, entre los principales síntomas, que por lo general motivan la consulta médica, se encuentran la alternancia entre la amenorrea o falta de menstruación y el desarrollo de períodos regulares; el exceso de vello o por el contrario la falta de éste y la aparición de acné, como consecuencia del exceso de andrógenos. Por otra parte, es muy frecuente que las mujeres que sufren esta afección aumenten de peso.
“El síndrome de ovario poliquístico es una patología que puede presentar casos extremos y otros menos graves. El primer tipo corresponde a la mujer que no menstrua y va acompañado por el desarrollo de un cuadro androgénico caracterizado por la aparición de acné y polifolículos que forman ‘coronas’ alrededor de los ovarios. Las mujeres que tienen este tipo de trastorno tienen afectada su fertilidad. En la otra vereda, los casos menos complejos muestran ovarios polifoliculares pero no acompañamiento de otros síntomas. No hay aumento de peso y los ciclos menstruales son regulares”, explicó a Sergio Pasqualini, médico ginecólogo, especialista en reproducción y director de Halitus Instituto Médico.
Si bien a lo largo de los años se probaron diferentes tratamientos, la forma de abordar esta patología cuya causa es desconocida, y que puede comenzar a manifestarse luego de la primera menstruación, varía de acuerdo a las características de cada mujer.
En este sentido, el especialista destacó: “Los motivos de consulta siempre son diferentes. Por ejemplo, si una mujer se acerca al consultorio por cuestiones que tienen que ver con la fertilidad, la respuesta será una, ahora si lo hace como consecuencia del desarrollo de un cuadro androgénico, lo primero que hay que hacer es administrarle medicación antiandrogénica. Aunque se sabe que la aparición de un cuadro de SOPQ está relacionada con problemas en la secreción hormonal, las razones concretas de su desarrollo son desconocidas. Por eso es importante manejar cada situación teniendo en cuenta la forma en que se presenta”.
Con el paso de los años, y como consecuencia de la disminución de la función ovárica, el cuadro tiende a mejorar, aunque es importante evitar el desarrollo del Síndrome Metabólico, como así también que no vaya acompañado por trastornos de la sangre como por ejemplo la Trombofilia.
Debido a la irregularidad de la ovulación y, por ende, del ciclo menstrual, para las mujeres que padecen SOPQ, concebir un bebé puede resultar una tarea difícil. No obstante, no es imposible, dado que existen numerosas formas de tratar la enfermedad y así, poder lograr un embarazo.
En caso que la paciente presente resistencia a la insulina, es importante trabajar para reducir el sobrepeso y luego administrar medicación para ayudar a regularizar el ciclo y mejorar la calidad de los óvulos. Si eso se logra, hay muchas posibilidades de lograr la concepción por vía natural, sin necesidad de recurrir a métodos alternativos. No obstante, también es posible que sea necesaria la administración de un medicamento inductor de la ovulación.
Otra forma de lograr la ovulación es mediante la estimulación regular, a través de inyecciones de gonadotropina. El peligro de esta técnica es la sobreestimulación.
“Puede suceder que con poca estimulación, las pacientes ovulen mucho. Por eso deben utilizarse dosis bajar y progresivas. Igualmente, y con el objetivo de prevenir la hiperestimulación, existe una técnica que permite realizar la punción intravaginal de folículos inmaduros para poder extraerlos y realizar su maduración in Vitro”, concluyó el doctor Pasqualini.