El exceso de fósforo en sangre está asociado a mayor mortalidad cardiovascular en los pacientes con insuficiencia renal. Recientemente también se encontró que niveles de fósforo dentro del rango normal alto aumentan la mortalidad en la población general.
Armando Negri, Médico Nefrólogo del Instituto de Investigaciones Metabólicas destacó que "es indispensable que las empresas alimenticias sean obligadas a identificar en las etiquetas de los productos el tipo y cantidad de aditivos a base de fósforo que agregan en los alimentos procesados y comidas rápidas.
Un relevamiento reciente sobre 81 productos mostró que el 100% de ellos contenían aditivos a base de fósforo sin indicar la cantidad de fósforo que agregaba a los alimentos.
En forma creciente, las empresas procesadoras de alimentos están agregando aditivos a base de fósforo (fosfato de sodio, pirofosfato, entre otros) a alimentos procesados con el objetivo de mejorar el sabor, preservar la humedad o el color, estabilizar las comidas y para aumentar la vida de los productos en la góndola.
"Esto se ve especialmente en las carnes y embutidos, quesos y derivados de lácteos, productos de la panadería, repostería y bebidas. Estos aditivos son la fuente de fósforo dietético que más creció en las últimas dos décadas y puede contribuir a casi un tercio de la ingesta global de fósforo de la población en general", señaló Negri.
Esta situación acarrea dos problemas en simultáneo: la ingesta excesiva y además “inconsciente”. Es que estos aditivos a base de fósforo son agregados a alimentos que naturalmente ya contienen fósforo en diversa proporción, y por otro lado, su presencia no es informada con claridad en las etiquetas de los productos por lo que el consumidor lo ingiere en exceso y sin tener conocimiento, con probables consecuencias para la salud.
El especialista comentó que "después del calcio, el fósforo es el segundo mineral presente en nuestro cuerpo y cumple un papel determinante en la estructura y función del organismo ya que se encuentra en todas las células y, por tanto, participa de casi todos los procesos metabólicos. En especial se encuentra almacenado en los huesos y dientes".
"El fósforo se encuentra en la mayoría de los alimentos por lo que su carencia es muy rara. Para la población en general, el problema radica entonces en la presencia excesiva de fósforo inorgánico en sangre (hiperfosfatemia) ya que no presenta síntomas y sólo puede ser detectada en análisis de laboratorio. El rango normal de fósforo es de 2,5 a 4,5 mg/dL. Un grupo especialmente afectado por esta situación son las personas con insuficiencia renal crónica ya que la principal vía de eliminación del fósforo es el riñón, órgano que esta dañado en estas personas comprometiendo su excreción", añadió.
El exceso de fósforo en sangre no presenta síntomas y de ahí su peligrosidad latente. En efecto, hay una fuerte evidencia científica que la hiperfosfatemia está asociada a mortalidad cardiovascular en los pacientes con insuficiencia renal y podría estar vinculada además al desarrollo de calcificaciones vasculares, hiperparatiroidismo secundario y enfermedad ósea, y progresión de la enfermedad renal.
Por tanto, es indispensable que se límite el uso de estos aditivos que contiene fósforo y, en el caso de emplearlos, que sea obligatorio no solo indicar su presencia en las etiquetas de los alimentos sino también la cantidad de fósforo que agregan al alimento. Un relevamiento reciente sobre un grupo de 81 alimentos procesados (lácteos y derivados, embutidos y derivados, carnes y derivados, pan y galletitas, cereales y derivados, bebidas y otros) detectó que el 100% de ellos contenían aditivos a base de fósforo y que ninguno indicada cuánto fósforo agregaban al alimento. De los 81 productos, 72 especificaban los aditivos con su nombre mientras que 9 publicaban sólo el número del aditivo lo que impide su clara identificación por parte del público en general.
"En conclusión, la sugerencia es que se mantenga una dieta con alimentos frescos no procesados como frutas, verduras y carnes magras que no contienen estos aditivos especialmente para las personas que conocen que tienen algún tipo de enfermedad renal y que se exija a la industria alimentaria la clara identificación y cuantificación sobre el contenido real de fósforo de los productos procesados. El equilibrio de la naturaleza tiene su correlato en el cuerpo humano y cada persona tiene la posibilidad de mantenerlo con una sana alimentación", enfatizó.