Según lo reveló un estudio privado, el estrés es la principal causa de la caída del cabello
Diversos estudios científicos han demostrado que el estrés provoca caída de cabello, pero a partir de una encuesta realizada en los últimos meses se arribó a que la problemática tiene un alcance local y afecta a 7 de cada 10 argentinos.
Según un estudio realizado en los últimos tres meses por Biferdil, empresa abocada a la salud y la belleza capilar, el 70 por ciento de los argentinos padece caída de cabello por estrés, aunque no todos se den cuenta. Cuestiones como mala alimentación y problemas hormonales ocupan el 16 y el 9 por ciento respectivamente, mientras que a la herencia genética se le adjudica un 5 por ciento.
En el centro técnico de Biferdil atienden alrededor de 170 personas por mes y son cada vez más las que consultan por la caída del cabello. En los últimos 5 años aumentaron un 43% este tipo de dudas y, si bien existen productos de uso externo para postergar la perdida del pelo, las verdaderas causas de esta problemática van por dentro.
Según especialistas, gran parte de la responsabilidad es del estrés, propio de la vorágine cotidiana. Se trata de una enfermedad silenciosa, pero que ocasiona todo tipo de males tanto internos como externos al organismo. Una persona que sufre estrés muestra ciertos síntomas que indican que está tratando de luchar con un tensor.
“Estos síntomas pueden incluir múltiples reacciones fisiológicas, emocionales y de comportamiento”, aseguró Lina De Giglio, directora de Capacitar Desarrollo Empresario.
El estrés también produce un desequilibrio químico que afecta en forma adversa al sistema inmunológico del cuerpo. Por consiguiente, la persona demasiado tensa es más susceptible a las enfermedades y sufre con más intensidad los problemas de salud que ya tiene.
Además de la caída del pelo, otros síntomas físicos del estrés incluyen aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión sanguínea, dilatación de la pupila y aumento en el ritmo de la respiración y transpiración.
En particular, “los hombres que responden con más intensidad al estrés mental y están en mayor riesgo de que sus vasos sanguíneo se obstruyan, lo que eleva el peligro de que sufran ataques cardíacos y apoplejía”, advirtió De Giglio.
Mujeres y soluciones
La caída de cabello afecta a personas de cualquier edad y de ambos sexos. Sin embargo, hasta hace pocos años era un tema de hombres, quienes históricamente han sufrido calvicie, especialmente a partir de los 40 años.
“De un tiempo a esta parte la caída de cabello se convirtió también en un tema de mujeres. En los últimos años las mujeres se atreven a confesar que se les cae el pelo. Buscan una solución abiertamente, por ejemplo, llamando a una línea telefónica sobre cuidados capilares o asistiendo a lugares en los que se les realiza un diagnóstico capilar (como el centro técnico que Biferdil tiene en el barrio porteño de Palermo) para que se les recomiende un tratamiento”, cuenta Nora Colazo, encargada de la línea 0800-CABELLO de Biferdil.
“Muy poca gente sabe realmente cuál es el origen de su caída de pelo. Muchos buscan soluciones mágicas en productos cosméticos sin saber que las soluciones universales no existen y que la belleza capilar comienza con la salud. La caída del pelo obedece a diferentes causas y existen soluciones tratamientos y productos para cada tipo de problema. Para ayudar a combatir la caída de cabello se debe buscar productos tratantes específicos sin dejar de consultar con el médico dermatólogo”, subraya María Marta Allende, gerente de Marketing de Biferdil.
¿Cómo medir si se está cayendo mucho el pelo? Según la revista científica Cleveland Clinic Journal of Medicine, “La mayoría de la gente tiene unos 100 mil pelos en la cabeza, y normalmente entre el 10 y el 15 por ciento de ellos han alcanzado un desarrollo y se están cayendo. La caída de entre 100 y 150 cabellos por día es normal”. El problema se presenta cuando se supera ese número.
Algunos estudios científicos señalan que “la pérdida de cabello es un problema universal”, de modo que la problemática que evidencia el estudio de Biferdil no es sólo argentina. Se trata más bien de un tema mundial, probablemente agravado por la vorágine cotidiana en la que está envuelta gran parte de la población mundial, especialmente la urbana.
Al respecto, un artículo publicado en la revista científica Psychiatria Danubina, añade: “Las enfermedades de la piel (donde se incluyen las del cuero cabelludo y el cabello) empeoran o se manifiestan luego de sufrir estrés severo. Los eventos estresantes y la exposición crónica al estrés empeoran la caída de cabello”.
Cuestión de alimentación
La buena alimentación permite mejorar el funcionamiento del organismo y el cabello y el cuero cabelludo no están ajenos a esta premisa.
Según la revista Cleveland Clinic Journal of Medicine, “una adecuada alimentación es esencial. Las causas nutricionales de la caída de cabello son la deficiencia de zinc y hierro. La restricción calórica severa, como la de proteínas y ácidos grasos, pueden inducir la caída de cabello. Se observa a veces con dietas muy estrictas. La vitamina D es esencial para el crecimiento celular y su deficiencia está asociada a la caída de cabello”.
Sobre este tema, el estudio arrojó que las dietas desequilibradas inciden en el 16 por ciento de los casos locales de pérdida de cabello.