Investigadores argentinos descubrieron que la droga, usada para la disfunción eréctil, serviría para tratar los síntomas relacionados con el jet lag o condiciones asociadas a la falta de sueño también en hembras.
Investigadores argentinos descubrieron que la droga, usada para la disfunción eréctil, serviría para tratar los síntomas relacionados con el jet lag o condiciones asociadas a la falta de sueño también en hembras.
Los investigadores presentaron un estudio donde profundizan la descripción del mecanismo de acción del Sildenafil, el principio activo del Viagra®, y demostraron que tiene los mismos efectos en machos y hembras. El trabajo fue publicado el 10 de mayo en el reconocido Journal PLoS one.
Según el documento, los efectos que se obtienen con la droga en animales de experimentación son los mismos, independientemente de la vía de administración, y señalaron además que fármacos similares conducen a los mismos resultados.
En 2007, tres científicos de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Santiago Plano, Patricia Agostino y Diego Golombek, demostraron que el Sildenafil se puede usar para reducir los síntomas del jet lag. Este nuevo trabajo de los tres autores profundiza el conocimiento sobre este mecanismo.
El jet lag, o desincronización circadiana, se define como la alteración del ritmo circadiano por volar a través de husos horarios – especialmente cuando se viaja hacia el Este. El cuerpo no se adapta enseguida a los cambios horarios y la persona puede estar varios días con dificultades para dormir o mantenerse alerta durante el día.
El ritmo circadiano es el ciclo de 24 horas que controla la fisiología y comportamiento de los humanos. El reloj interno que controla este ritmo determina los patrones de sueño y alimentación, y está generalmente regulado por la relación día/noche. Es decir, comer y realizar distintas actividades durante el día, dormir de noche.
“Sabíamos hace tiempo que una de las formas de sincronización por luz del reloj circadiano es a través de una molécula, el Guanosín monofosfato cíclico (GMPc)”, explica Patricia Agostino, investigadora asistente del CONICET en el Laboratorio de Cronobiología de la UNQ.
Es conocido que el Sildenafil actúa sobre una enzima, llamada fosfodiesterasa, que desactiva al GMPc. “Por lo tanto, el efecto indirecto del Sildenafil sería aumentar (los niveles de) este componente y potenciar esta vía, que es iniciada por la luz”, comenta Agostino.
Con mayores concentraciones de GMPc disponible, “activado” por la luz del sol, la persona tarda menos tiempo en adaptarse al nuevo horario, aunque viaje a China – donde hay 11 horas de diferencia. Y el uso del Sildenafil no tiene consecuencias en otros órganos, porque las dosis usadas son menores que las que se indican para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Cambios en el ciclo circadiano: ¿consecuencia de la modernidad?
“La sincronización y la habilidad de resincronizar los ritmos a nuevas situaciones es de vital importancia, ya que la sociedad contemporánea fuerza cada vez más al reloj biológico por fuera de sus límites”, explica Plano, becario post doctoral del CONICET en el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza.
De acuerdo con Plano, un reflejo de esta situación es el llamado "jet lag social", situación que ocurre cuando la hora del reloj interno no coincide con el cronograma que plantea la sociedad.
“Tenemos, por ejemplo, que usar despertador por la mañana, o acostumbrarnos a comer en horarios que no tienen que ver tanto con el hambre sino con la disponibilidad de tiempo”, grafica.
Además del jet lag, la droga serviría para tratar los síntomas relacionados con trabajar en turnos rotativos “o para la persona tiene insomnio por retraso de fase, es decir que no puede dormirse hasta muy tarde, 2 o 3 de la mañana, y después se tiene que levantar a las 7”, explica Golombek, investigador principal del CONICET.
Para el biólogo, esta nueva investigación permite profundizar los conocimientos sobre los mecanismos de acción del Sildenafil y drogas similares, y determinar que tienen el mismo efecto en machos y hembras, fundamental para diseñar un tratamiento efectivo.
“La desincronización circadiana tiene muchos efectos sobre la salud en general”, dice Ruth Rosenstein, investigadora principal del CONICET en el Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (UBA-CONICET).
Según con Rosenstein, esta alteración provoca una mayor incidencia de diferentes enfermedades como cáncer y contribuye al deterioro de la salud. “La posibilidad de mejorar el funcionamiento del reloj biológico tiene implicancias en la salud en un sentido muy amplio”, asegura.
La importancia del sol
Para Agostino, la luz es el principal agente sincronizador del reloj circadiano. “El efecto de la luz es diferente de día y de noche”, comenta, “y dependiendo del momento en que se aplique la luz, el efecto de comportamiento va a ser diferente”.
En zonas cercanas a los polos, como los países nórdicos o Ushuaia, no es infrecuente el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), caracterizado por períodos de depresión durante las estaciones donde hay poco sol. “Falta el estímulo externo (la luz) que sincroniza el reloj circadiano y tiene efectos marcados sobre el estado de ánimo”, cuenta Golombek.
El TAE es más frecuente en invierno, cuando hay oscuridad o luz tenue constante, porque la luz es un modulador importante del estado de ánimo. Para combatir estos episodios se aplican terapias basadas en el uso de luz artificial.