Nuevo tratamiento para Glaucoma
En el mundo cerca de 4.5 millones de personas a nivel mundial han perdido la visión a causa del glaucoma. Se trata de una enfermedad crónica que requiere un tratamiento de por vida. Ya está disponible un nuevo colirio libre de conservantes.
19 de abril de 2012
El glaucoma es un grupo de enfermedades que tienen en común el aumento sostenido de la presión intraocular y un patrón específico y progresivo de daño del nervio óptico que, de no tratarse, pueden provocar ceguera. Se estima que el glaucoma aparece en alrededor de una persona de cada 100 a partir de los 40 años y su incidencia aumenta con la edad. Es la segunda causa de ceguera prevenible a nivel mundial
Cuando el glaucoma se detecta a tiempo, el objetivo del tratamiento es evitar que la visión empeore, algo que puede conseguirse . El tratamiento con colirios en general debe realizarse de por vida , y esto es uno de los principales desafíos de la enfermedad ya que puede suceder que la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes no sea óptima. “Al ser el glaucoma una enfermedad asintomática, el paciente no nota un beneficio a partir del uso de las gotas; y esto dificulta muchas veces el correcto cumplimiento del tratamiento.” aseguró por su parte el doctor Lerner. Recientemente se presentó en Argentina un nuevo medicamento para el tratamiento de la presión intraocular (PIO) que no contiene conservantes. Se trata del tafluprost del laboratorio Merck Sharp & Dohme. “El t afluprost es el más nuevo de los análogos de prostaglandinas introducido en el mercado mundial. Es tan efectivo como hipotensor ocular como los otros análogos de prostaglandinas, y fácil de usar ya que se coloca sólo una vez al día. Es la única prostaglandina en el mercado argentino que realmente carece de conservantes en su formulación ”, detalló el doctor Javier Casiraghi, Jefe del Servicio de Glaucoma del Hospital de Clínicas, Universidad de Buenos Aires.
El tratamiento del glaucoma se realiza con medicamentos hipotensores (para reducir la presión) tópicos (colirios que se colocan sobre el ojo); la presencia de ciertos conservantes en dichos medicamentos, como el cloruro de benzalconio, se asocia a reacciones adversas que afectan la conjuntiva: los pacientes experimentan así signos y síntomas que reflejan trastornos de la córnea y de la conjuntiva. Estas reacciones adversas constituyen una barrera para una correcta adherencia al tratamiento .
“Uno de los problemas de todo tratamiento crónico de cualquier enfermedad, incluida el glaucoma, es el compromiso del paciente con sus controles y tratamiento. El cumplimiento del tratamiento es clave en el éxito del mismo; y en el caso del glaucoma, la adherencia y la persistencia del paciente al tratamiento hacen que su pronóstico visual sea mejor. Pero para facilitar un tratamiento eficaz, cómodo, tolerable y pasible de cumplir; se debe ofrecer al paciente colirios que requieran la menor cantidad de aplicaciones diarias y que además eviten o minimicen los efectos adversos” afirmó el doctor Javier Casiraghi.
“En la actualidad en lo que respecta al tratamiento del glaucoma, se tiende a tratar de reducir los efectos adversos que producen los conservantes de algunos medicamentos”, indicó el doctor Lerner. “ Los conservantes afectan la superficie ocular ya sea por su efecto detergente u oxidativo, o porque desencadenan una reacción alérgica. Si bien hay pacientes que toleran bien los conservantes puesto que se vienen utilizando desde hace más de 50 años, cada vez es más frecuente la tendencia a evitar o disminuir la concentración de conservantes en las formulaciones oftalmológicas a fin de mantener en mejores condiciones la superficie ocular.”, agregó Casiraghi.
Cualquier persona puede ser afectada por algún tipo de glaucoma. El glaucoma primario de ángulo abierto, es el más frecuente en la Argentina y no presenta síntomas por lo que se conoce como enfermedad “silenciosa”. Afecta especialmente a personas de ambos sexos por encima de los cuarenta años de edad. La pérdida de visión por glaucoma es irrecuperable, por lo tanto la detección temprana de la enfermedad es fundamental . “En países del primer mundo se considera que la mitad de los que lo padecen lo desconocen. Esto se debe a que es una enfermedad asintomática en la mayoría de los casos hasta que el daño está muy avanzado”, concluyó el doctor Lerner.
Información complementaria
· El glaucoma de ángulo abierto es el tipo más común de glaucoma. Otros tipos de la enfermedad son: el glaucoma de baja tensión o de tensión normal (e xiste un daño en el nervio óptico y en la visión lateral en personas que tienen una presión normal del ojo); glaucoma de ángulo cerrado (las personas con este tipo de glaucoma tienen un aumento repentino en la presión del ojo, los síntomas incluyen un dolor severo y náusea, así como enrojecimiento del ojo y visión borrosa. Se debe buscar tratamiento de inmediato); g laucoma congénito (l os niños nacen con un defecto en el ángulo del ojo que demora el drenaje normal del líquido del ojo, generalmente que tiene muy buenos resultados); glaucomas secundarios (se pueden desarrollar como resultado de complicaciones de otros problemas médicos como diabetes o estar asociados con la cirugía de los ojos, las cataratas avanzadas, las lesiones en los ojos, o ciertos tipos de tumores oculares)
· En la parte delantera del ojo existe un espacio llamado cámara anterior; un líquido claro entra y sale continuamente de este espacio alimentando los tejidos a su alrededor. El líquido sale de la cámara anterior a través del ángulo abierto donde se unen la córnea y el iris; y cuando el líquido llega al ángulo fluye a través de una red o malla esponjosa y así sale del ojo. En ocasiones, cuando el líquido llega al ángulo, pasa muy lentamente a través de esta malla esponjosa; y al acumularse este líquido la presión dentro del ojo aumenta hasta llegar a un nivel en que puede dañar al nervio óptico. Cuando el nervio óptico se daña por el aumento de la presión, puede causar glaucoma de ángulo abierto y alguna pérdida de visión.
· La presión elevada dentro del ojo significa que se tiene el riesgo de desarrollar glaucoma pero no significa necesariamente que se tenga la enfermedad. Una persona solamente tiene glaucoma si tiene daño en el nervio óptico. Una persona con elevada presión ocular y sin daño en el nervio óptico no presenta glaucoma; sin embargo corre el riesgo de desarrollarla por lo que debe controlar periódicamente su presión ocular.
· Si bien cualquier persona puede desarrollar glaucoma, hay quienes presentan mayor riesgo como: los afroamericanos mayores de 40 años, todas las personas mayores de 60 años, las personas con familiares que han tenido glaucoma.
· Un examen completo de los ojos con dilatación de las pupilas puede revelar otros factores de riesgo, por ejemplo, si tiene la presión del ojo elevada, si la córnea está muy fina, o si el nervio óptico es anormal.
· La mejor manera de controlar la enfermedad es con detección temprana y tratamiento antes de que cause pérdida de la visión. Quienes se encuentran dentro de los grupos de alto riesgo, deben consultar al oculista y someterse a un examen de los ojos con dilatación de pupilas cada dos años.
· Reducir la presión del ojo en las primeras etapas del glaucoma, detiene el progreso de la enfermedad y ayuda a proteger la vista.
· En sus comienzos el glaucoma de ángulo abierto no tiene síntomas, no causa dolor y la visión se mantiene normal. Sin embargo, si el glaucoma no es atendido, las personas empiezan a notar que ya no ven como antes; y sin tratamiento, pierden lentamente su visión lateral (periférica). Con el tiempo, la visión central (hacia al frente) también puede disminuir hasta que se pierde por completo. El glaucoma se puede desarrollar en un ojo o en ambos.
· El glaucoma se detecta a través de un examen completo de los ojos que incluye: prueba de agudeza visual, prueba del campo visual para medir visión lateral (periférica), examen con dilatación de las pupilas. Otros estudios incluyen la tonometría (se utiliza un instrumento para medir la presión del ojo) y la paquimetría (a partir de un instrumento que utiliza ondas ultrasónicas para medir la densidad de la córnea).