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27 de diciembre de 2024
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Avances en tratamiento de hepatitis C
Según la OMS casi 170 millones de personas en el mundo tienen la infección. Se la llama enfermedad silenciosa porque los síntomas aparecen cuando la infección ya está avanzada y produce un daño hepático.
12 de abril de 2012
Cerca de 250 expertos de América Latina se dieron cita en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, para participar en la IV Reunión Latinoamericana de Hepatitis. Este encuentro científico sobre hepatitis C, organizado por el laboratorio Merck Sharp & Dohme (MSD), incluyó análisis de casos clínicos y paneles, entre otras actividades, para discutir los más recientes avances en el tratamiento de la hepatitis C.

La infección aguda de la hepatitis C no se suele diagnosticar porque las personas infectadas no presentan síntomas. Pero aunque no presenten síntomas, el virus se puede detectar en la sangre. “Se trata de una enfermedad silenciosa hasta que se presentan las complicaciones tardías. La infección por hepatitis C puede derivar en serias complicaciones como la cirrosis o el cáncer de hígado”, explicó el doctor Marcelo Silva, Jefe de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires y Presidente de la IV Reunión Latinoamericana de Hepatitis. “Durante el encuentro se discutieron los resultados de nuevos fármacos orales que han demostrado mejorar ostensiblemente la capacidad de curar la infección por hepatitis C, así como también las distintas estrategias que permiten hoy optimizar los resultados y la adherencia de los pacientes a los tratamientos”, agregó el doctor Silva.

Los especialistas que participaron de la reunión científica, coincidieron en que hoy se vive un momento paradigmático en el tratamiento de la infección con la disponibilidad de nuevos fármacos orales como boceprovir de MSD, que en los próximos meses estará disponible también en Argentina. Los coordinadores del LASH se mostraron muy satisfechos con los resultados del encuentro y con la posibilidad de que los médicos pueden seguir capacitándose y discutiendo las diferentes estrategias de tratamiento para la infección por Hepatitis C.

La tasa de respuesta a las nuevas terapias orales, el manejo de sus interacciones medicamentosas y efectos adversos, la identificación de los factores predictivos de respuesta, el tratamiento de grupos especiales, como son los pacientes con cirrosis y con co-infección con VIH, fueron algunos de los ejes temáticos de la IV Reunión Latinoamericana de Hepatitis en la que participaron importantes médicos líderes en el área como los doctores Rafael Esteban, Jefe de Medicina Interna y de la Unidad Hepática del Hospital Universitario Val d'Hebrón en Barcelona, España y Nezam H. Afdhal, Jefe de Hepatología y Director del Centro Hepático en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, Massachusetts.

Si bien esta enfermedad en general se considera como curable, no lo es para una gran cantidad de personas. El tratamiento de la hepatitis C busca eliminar el virus, reducir los síntomas de la enfermedad y evitar sus complicaciones; el tratamiento estándar para el virus de la hepatitis C son el interferón y la ribavirina. Boceprevir es un novedoso e innovador medicamento para el tratamiento de la infección por el genotipo 1 del virus de la hepatitis C crónica, y está indicado en combinación con peginterferón alfa y ribavirina en adultos con enfermedades hepáticas compensadas que no han sido tratados previamente o cuyo tratamiento previo ha fallado. Se trata del primer avance importante en diez años para tratar la Hepatitis C crónica. “El futuro parece muy prometedor con respecto a fármacos orales específicos contra el virus de la hepatitis C que serán más eficaces y mejor tolerados”, indica información publicada por la OMS.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 130 y 170 millones de personas en el mundo se encuentran infectadas con el virus de la hepatitis C.
Más de 350,000 mueren cada año como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C, un virus que se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada.

Se estima que los síntomas de la hepatitis C crónica pueden tardar hasta 30 años en desarrollarse, tiempo durante el cual el daño hepático puede producirse en forma silenciosa.

Las tendencias muestran que la hepatitis C ha causado más muertes que el VIH
Estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos advierten sobre el aumento de la enfermedad

En el 2007, la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) superó a la infección por el VIH como causa de muerte en los Estados Unidos. Siguiendo la misma línea, un reciente estudio financiado por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), de Estados Unidos, comparó la evolución de las tasas de mortalidad de ambas infecciones utilizando datos de 1999 a 2007 y confirmó el rápido crecimiento de las muertes asociadas con las hepatitis virales. Asimismo, el estudio advierte sobre el bajo nivel de conciencia y conocimiento sobre las hepatitis virales por parte de la población general y del personal de salud.

La falta de conciencia y el desconocimiento contribuyen a que las inversiones en la prevención y en la atención de las hepatitis sean inadecuadas, lo que resulta en una pérdida de oportunidades para prevenir la transmisión y la enfermedad, concluyeron los autores del estudio, publicado en febrero de 2012 en la prestigiosa revista Annals of Internal Medicine.

Durante el periodo analizado, la tasa de muertes asociadas al VIH se redujo sostenidamente, lo que contrasta con el aumento de la tasa de muertes asociadas a la infección por el VHC. El año 2007 representa el punto de inflexión en el que por primera vez en los Estados Unidos el número de muertes por el VHC, como causa subyacente o contribuyente, superó al número de muertes asociadas al VIH: 15.106 contra 12.734, respectivamente.

La hepatitis C constituye un problema de salud crítico y relativamente no reconocido en los Estados Unidos que ha alcanzado proporciones epidémicas, escribieron los editores de la revista Annals of Internal Medicine, y agregaron que la frecuente falta de reconocimiento de la infección por el VHC conlleva a una falta de tratamiento de la enfermedad.

El incremento de la mortalidad entre personas infectadas por el VHC, incluso ha superado la mortalidad de las personas infectadas por el VIH.
La hepatitis C constituye un problema de salud crítico y relativamente no reconocido en los Estados Unidos que ha alcanzado proporciones epidémicas, escribieron los editores de la revista Annals of Internal Medicine, y agregaron que la frecuente falta de reconocimiento de la infección por el VHC conlleva a una falta de tratamiento de la enfermedad.

Los números en el mundo y en América Latina
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 130 y 170 millones de personas en el mundo se encuentran infectadas con el virus de la hepatitis C, y más de 350,000 mueren cada año como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C, un virus que se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada.

Datos de la OMS muestran que estadísticamente entre el 60 y 70% de las personas con infección crónica presentan enfermedad hepática crónica; entre el 5 y 20% desarrollan cirrosis y entre el 1 y 5% de los casos mueren como consecuencia de cirrosis o cáncer hepático