Por Leonardo Coscia
La celiaquía, una enfermedad invisible
En la Argentina está subdiagnosticada, ya que muchas personas son celíacas y aún no lo saben. Se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca Cómo se la trata
16 de febrero de 2012
La celiaquía es una enfermedad intestinal que afecta el intestino delgado de las personas cuando la persona ingiere alimentos que contienen Gluten.
El gluten está presente en el trigo, avena, cebada y centeno, es por eso que lo reconocemos por la sigla TACC.
La enfermedad celíaca puede mantenerse clínicamente silenciosa e incluso en situación de latencia con mucosa intestinal inicialmente normal consumiendo gluten en algunos sujetos genéticamente predispuestos.
En la Argentina hay un subdiagnóstico de la enfermedad, ya que muchas personas celíacas aún no lo saben. Se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca.
María Fernanda Leis, nutricionista del Consultorio de Endocrinología y Metabolismo Dr. Eduardo Faure & Equipo, remarcó que el mayor problema para un paciente celíaco es que "en el mercado muchísimos productos contienen gluten. Los síntomas más comunes en los adultos son diarrea crónica (más frecuente), pérdida de peso, distensión abdominal, dolor abdominal recurrente, malestar y cansancio".
Leis remarcó que en el caso de los niños "se manifiesta con trastornos del desarrollo, baja estatura, pérdida de peso, vómitos, dolor abdominal recurrente, diarrea crónica, atrofia muscular, intestino irritable y mal humor".
"El tratamiento para el celíaco consiste en realizar una dieta LIBRE DE GLUTEN: dentro de los alimentos prohibidos podemos mencionar los más comunes que son: el pan, pan rallado, pastas, pizza, empanadas, tartas, galletitas, cerveza", señaló la nutricionista.
La especialista remarcó que "existen alimentos dudosos que puede que contengan o no gluten según la marca de elaboración. Entre ellos encontramos los quesos, enlatados, dulce de leche, chocolate, papas fritas, golosinas, pasta dental, helados".
"Y por último, los alimentos seguros que no hay peligro ya que no contienen gluten. Los mismos son: las frutas, verduras, carne, pollo, pescado, aceite, miel, frutos secos, lácteos, arroz, choclo", añadió Leis.
Además de cuidar que la alimentación sea “libre de gluten” la licenciada Leis, enfatizó la importancia de tener en cuenta la “contaminación cruzada”. Esto quiere decir que existen alimentos que son libres de gluten que al estar en contacto con otros que sí poseen gluten se pueden contaminar. Es por eso que los utensilios y las mesadas deben estar sumamente limpias y no se deben mezclar con otros alimentos que sí contengan gluten.
En el entorno familiar, siempre es recomendable cocinar primero para la persona celíaca y luego, para el resto. Si hay dudas de contaminación en hornos, se puede aislar las preparaciones en papel de aluminio.
La industria alimentaria utiliza el gluten para mejorar la calidad de sus productos, es por eso que uno debe leer atentamente el rótulo de los alimentos para poder identificar cual es inocuo y cuál no. En el supermercado, cuando los celíacos quieren comprar alimentos “aptos para celíacos” se encuentran con la dificultad de que muy pocos productos informan si contienen o no gluten.
Sugerencias para cuando un paciente celiaco come fuera de su casa:
- Cuidar que las migas de la panera no caigan en el plato. Si es así solicite un cambio.
- Siempre el jugo de frutas es mejor si es natural, recién exprimido y sin agregados de jugos artificiales.
- Se recomienda identificar y seleccionar previamente restaurantes que tengan un menor riesgo de contaminación cruzada como por ejemplo los que ofrecen carnes o pescados a la parrilla, papas cocidas, etc.
- No pedir platos potencialmente riesgosos como guisos, salsas, sopas, embutidos.
- Como postre se pueden pedir frutas frescas o flanes, siempre y cuando se elaboren solo con leche y huevos.
- Si tiene dudas en la forma de preparación o de los ingredientes del plato elegido, pregunte cuantas veces sea necesario o directamente no lo consuma.